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Se derrumba parte del techo de una oficina de Correos en Canillejas

Un agujero de cinco metros cuadrados en el techo de la oficina de reparto de Correos de Canillejas, que se encarga de la distribución postal en los inmuebles situados entre la calle de García Noblejas y la carretera de Barcelona, provocó ayer el cierre del local, situado en la calle de San Aniceto, 8. Los trabajadores continuaron con el reparto desde el centro de distribución de Chamartín. Correos confía en que hoy se restablezca el servicio con normalidad.

El origen del derrumbe pudo estar en unas obras que se están realizando en la vivienda de arriba, según informó un portavoz de Correos y Telégrafos. Cuando se produjo el suceso -en la tarde del pasado martes- no había ningún operario en el local, donde se trabaja sólo en horario de mañana. La correspondencia "tampoco sufrió deterioro alguno", según confirmó el mismo portavoz.

Los 38 trabajadores de la oficina de San Aniceto fueron trasladados durante la mañana hasta el centro de distribución de Chamartín, donde se habilitó un espacio provisional. Desde allí se realizó la clasificación y se reanudó el reparto, "que apenas sufrió retrasos", aseguraron en Correos.

Local provisional

La empresa descarta que haya demoras de importancia en la entrega de correspondencia y tiene previsto encontrar "lo antes posible" un local próximo a Canillejas para usarlo de "forma provisional".

Regino Martín, secretario general de CC OO en el sector postal (sindicato mayoritario en Correos con el 36%, según sus dirigentes), señaló que la patronal "ha cumplido con sus exigencias", entre ellas la de que no entren los trabajadores al edificio. "Hasta el momento no ha habido ningún problema. Estamos a la espera de conocer el informe del arquitecto, antes de que vuelvan los empleados allí", afirmó.

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La caída del techo la detectó el operario responsable de la ruta, encargado de descargar la correspondencia, sobre las ocho de la tarde del martes. Cuando entró a dejar las sacas encontró cascotes en el suelo. Tras avisar a uno de sus jefes, Correos envió un retén de mantenimiento y, posteriormente, a un arquitecto para que hiciera un informe sobre el estado del techo.

Correos baraja la posibilidad, a falta del informe del arquitecto, de que el agujero lo provocaran las reformas que se están haciendo en el piso de arriba, puesto que esta oficina no está incluida en la lista de los locales que necesitan reparaciones inminentes, como establece la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Correos ha destinado un retén especial con el que reforzar a los operarios trasladados desde Canillejas hasta Chamartín para agilizar los posibles retrasos en el reparto de correspondencia que el incidente podría provocar.

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