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'Cazados' 1.363 coches en la M-30 el primer día de radares

La mayoría de las infracciones se produjo en el tramo de O'Donnell

Los radares que el Ayuntamiento ha instalado en la M-30 detectaron en su primer día de funcionamiento -desde las doce de la noche del lunes a las doce de la noche del martes- a 1.363 coches circulando con exceso de velocidad. El récord fue para un BMW que fue descubierto circulando a 215 kilómetros por hora en la zona de O'Donnell. Por la noche es cuando más rápido se transita, pero por la tarde es cuando más multas pone la policía. De los 1.234 multados por los radares fijos, 711 iban a una velocidad de entre 90 y 120 kilómetros por hora, y otros 523, a más.

La guerra declarada por alcalde, Alberto Ruiz- Gallardón, al exceso de velocidad en la M-30, la vía por la que cada jornada circulan una media de 270.363 coches, ya tiene sus primeras consecuencias. Desde las doce de la noche del pasado día 2 a las doce de la noche del día 3, los dos radares móviles y los dos fijos que actuaron en tres turnos detectaron que 1.363 vehículos circulaban a más de 90 kilómetros por hora, la velocidad máxima permitida.

El concejal de Seguridad, Pedro Calvo Poch, había observado que la velocidad con la que circulan los vehículos en la M-30 ha aumentado en el último año un 10%, tras la entrada en funcionamiento de la autovía M-45. Al reducirse el número de vehículos que ahora usan la M-30 -porque prefieren utilizar la M-45- hay menos densidad circulatoria, y eso hace posible circular a mayor velocidad.

De los 1.363 coches cazados por los radares, 745 lo fueron por el situado en las inmediaciones de la calle de O'Donnell, y otros 489 por el colocado en la zona de San Pol. Por su parte, los radares móviles detectaron a otros 129 coches superando la velocidad permitida. El Ayuntamiento de Madrid informó ayer de que estos vehículos circulaban a una media de 165 kilómetros por hora.En esta primera jornada de guerra al infractor, la Policía Municipal descubrió a un coche, marca BMW, circulando a 215 kilómetros por hora. Este vehículo fue detectado por el radar situado en la zona de O'Donnell. Eran las 3.56 de la madrugada, y apenas había tráfico. El conductor será multado con 302 euros y la Policía Municipal propondrá a la Dirección General de Tráfico que le retire el carné de conducir. La multa parece escasa si se compara con el peligro que ocasionó este coche, pero las ordenanzas municipales no contemplan la posibilidad de imponer sanciones más severas. Esas ordenanzas datan del año 1998 y en julio de 2002 sufrieron pequeñas modificaciones para adaptarse a los cambios recogidas en la Ley de Seguridad Vial. El Ayuntamiento estudia ahora elevar las multas.

Según los datos facilitados por la Concejalía de Seguridad, durante la noche aumenta notablemente la velocidad media en la M-30, aunque cuando más multas se ponen es por el día. El radar colocado en la zona de San Pol puso 238 sanciones el primer día entre las 7.00 y las 15.00. El de O'Donnell alcanzó la cifra récord entre las tres de la tarde y las diez de la noche, cuando pilló a más de 346 vehículos transitando a más de 90 kilómetros por hora.

Durante el pasado verano se pusieron en marcha, de manera experimental, controles a través de radares fijos en la M-30. Según la concejalía, en esos días del verano se detectaron entre 3.500 y 4.000 coches circulando a velocidad excesiva. El anuncio realizado el pasado lunes por el concejal Calvo de que entraba en marcha la campaña para mejorar la seguridad vial de la M-30 alertó a los conductores y, posiblemente ha hecho que muchos hayan decidido levantar el pie del acelerador. Pero, aun así, 1.363 incumplieron la normativa: 711 circularon a una velocidad de entre 90 y 120 kilómetros por hora, y el resto (523), a más de 120.

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Rayos láser

Para controlar la velocidad se utilizan, desde las doce de la noche del día 2, como mínimo cuatro radares -dos fijos, uno móvil y otro fijo pero que irá variando de ubicación-. En los momentos de máxima intensidad de tráfico -a primera hora de la mañana-, la Policía Municipal está en disposición de contar con siete unidades de control. Además, los agentes están experimentando con una especie de pistola de rayos láser que permite medir la velocidad de los vehículos. Esta pistola todavía no está homologada, por lo que los agentes sólo podrán advertir a los conductores de que están incumpliendo la normativa.

Según el Ayuntamiento, el número de heridos en accidentes registrados el año pasado en la M-30 subió un 21% sobre los habidos en 2002, aunque el número de fallecidos se mantuvo estable (10 cada año). El número global de siniestros se incrementó en un 5,3%, pasando de 1.609 en 2002 a 1.635 en 2003. El concejal de Seguridad cree que el alto grado de siniestralidad de la M-30 obedece tanto a su complicado trazado, con numerosas incorporaciones, como a que normalmente se circula por ella con exceso de velocidad.

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