_
_
_
_
Reportaje:FÚTBOL | Internacional

Un regalo envenenado para Ferguson

El litigio por los derechos sobre el mejor caballo de carreras de Inglaterra causa de rebote una investigación de las cuentas del Manchester

Hace no tantos años, el poderoso Alex Ferguson, escocés, mánager y señor del Manchester United, estaba a partir un piñón con John Magnier y JP McManus, irlandeses, socios en mil negocios, multimillonarios. Les unía, por encima de todo, su afición a las carreras de caballos. Magnier y McManus aceptaron los consejos de sir Alex y empezaron a invertir en su club. Tan bien iba todo que los dos potentados le hicieron al famoso técnico un regalo fabuloso: la mitad de los derechos sobre El Peñón de Gibraltar, el mejor caballo del país. O, al menos, eso es lo que dice Ferguson.

El primer problema es que la ofrenda no quedó sellada más que con la palabra y un apretón de manos. El segundo, que El Peñón de Gibraltar se ha convertido en un semental de primerísima categoría, con un valor potencial de entre 150 y 200 millones de euros que algunos elevan hasta los 300 millones. Con esas cifras en juego, los amigos irlandeses le han dicho a sir Alex que de la mitad de los derechos nada de nada. Mejor dicho: un poco, sí.

El técnico denuncia el acoso que sufre su hijo, Jason, intermediario en varios fichajes
Más información
Reyes exhibe rapidez y astucia en su debut con el Arsenal
El Bayern sigue sumido en un mar de dudas
Espaguetis para el Milan

Acabada la amistad en cuanto se cruzó el dinero, Ferguson se fue a los tribunales. Algo de razón debía de tener el coriáceo entrenador cuando los dos socios le ofrecieron siete millones de libras (algo más de diez millones de euros) para saldar el litigio, pero sir Alex dijo que no, que quiere la mitad que considera suya a pesar de que nunca se ofreció a pagar la mitad de los gastos que ocasiona El Peñón de Gibraltar.

Ferguson se enfrenta a dos considerables problemas. Uno, que McManus, pero sobre todo Magnier, es tan luchador como él. Dos, que desde los tiempos en que los tres estaban a partir un piñón y compartir un caballo, Cubic Expression, la empresa titular de las acciones de los dos socios, se ha convertido en el primer accionista del Manchester, con un 25,49% de los títulos.

Ahora, como por casualidad, Cubic Expression ha mostrado en las últimas semanas una extraordinaria preocupación por las cuentas del club y, sobre todo, por el papel jugado por los intermediarios en los fichajes de los últimos años. En particular, un intermediario llamado Jason Ferguson, hijo de sir Alex. Magnier y McManus han enviado al club una carta con 99 preguntas, incluyendo los detalles de la compraventa de 13 jugadores: Rio Ferdinand, Juan Sebastián Verón, Máximo Taibi, Jaap Stam, David Bellion, Laurent Blanc, Roy Carroll, Cristiano Ronaldo, Tim Howard, Diego Forlán, Jonathan Greening, Mark Wilson y José Pereira Kleberson. El primer accionista quiere saber también por qué Ferdinand sigue cobrando su salario a pesar de estar purgando una suspensión de ocho meses por saltarse un control antidopaje rutinario.

Magnier y McManus han confirmado que contrataron a la empresa de detectives Kroll para que investigara la situación financiera del Manchester y su gestión, pero niegan que eso forme parte de una campaña de acoso a Ferguson por sus querellas personales. De momento, eso sí, han conseguido que el club acepte poner en marcha una investigación interna sobre la compraventa de jugadores, que Ferguson haya prolongado su contrato por un año y no por cuatro como estaba negociando y que el hombre más duro del Manchester, y quizá de todo el fútbol de las islas, haya empezado a dar muestras de nerviosismo.

Sir Alex denunció el sábado que Jason está siendo sometido a una campaña de acoso que incluye el robo de su correo, llamadas telefónicas amenazantes y gente escondiéndose tras los arbustos ubicados frente a su casa y revolviendo sus bolsas de basura en búsqueda de elementos comprometedores. "Ha sido una semana angustiosa para toda la familia, pero para mi hijo ha sido demoledora. Nunca imaginé que mi denuncia por los derechos de El Peñón de Gibraltar traería esta espiral", ha confesado Ferguson.

Curiosamente, a pesar de esta tormenta, las acciones del United se han mantenido estables. Señal de que el mercado cree que se trata de una pelea personal que se acabará arreglando entre bastidores.

Alex Ferguson.
Alex Ferguson.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_