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Diversas asociaciones piden un monumento a los fusilados en la Almudena

El Ayuntamiento de Madrid estudia honrar la memoria de más de 2.600 personas fusiladas por razones políticas tras la Guerra Civil en el cementerio de la Almudena. Varios partidos políticos, sindicatos y fundaciones de izquierdas respaldan el proyecto de un monumento que recuerde a las 2.663 personas que fueron fusiladas entre 1939 y 1945 junto a la tapia del cementerio de la Almudena que hay en la calle de O'Donnell, en Madrid.

José Ramón Lastra del Pozo, sobrino de Francisco Lastra Valdemar, entonces alcalde de Getafe y fusilado el 9 de noviembre de 1940 en dicho enclave junto a otras 13 personas, entre ellas el ex ministro Julián Zugazagoitia, ha transmitido por carta el proyecto al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Hace unos días le ha contestado Ruiz-Gallardón a través de la concejal de Estudios y Programas, Ana Román. En la misiva, se indica que esta cuestión ha sido trasladada al concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo, "a los efectos oportunos".

Oposición a Franco

En el libro Consejo de guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1939-1945), de Mirta Núñez Díaz-Balart y Antonio Rojas Friend, se afirma que en dicho periodo fueron fusilados junto a esa tapia un total de 2.663 personas, por su oposición al régimen del general Franco, según consta en los archivos del cementerio madrileño.

Esta zona de la tapia está muy próxima al lugar donde fueron ajusticiadas las jóvenes de izquierdas que han pasado a la historia con el sobrenombre de las Trece Rosas. Este último lugar está protegido y cuenta con una placa en memoria de estas víctimas, iniciativas adoptadas en tiempos del alcalde Enrique Tierno Galván.

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Ahora, partidos políticos, sindicatos, fundaciones de izquierdas y familiares de las víctimas, a título personal, quieren que un monumento recuerde a todas las personas que fueron fusiladas allí entre 1939 y 1945, en plena posguerra.

Para ello han creado una comisión de trabajo, que pretende, entre otras cosas, la supervivencia de la valla, como parte de la historia de España; que la Comunidad de Madrid declare el lugar como Bien de Interés Cultural -el máximo grado de protección legal de un edificio u obra-; erigir un monumento en recuerdo de todas las víctimas, independientemente de la ideología de éstas, y celebrar un homenaje público a los fusilados con la participación de otras comunidades autónomas, debido a la procedencia geográfica de los afectados.

Además de partidos políticos y sindicatos, esta iniciativa cuenta con el respaldo del Foro por la Memoria y las Fundaciones Manuel Azaña, Pabro Iglesias y Domingo Malagón, entre otras.

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