Los devotos del Fòrum

Del barrio de Gràcia hasta de La Seu d'Urgell. Chavales y jubilados. Químicos y amas de casa. No hay un perfil tipo entre las casi 20.000 personas que han comprado pases de temporada para el Fòrum: se constata si uno se acerca a los puntos de Barcelona donde los expenden. Están situados en la oficina de información turística de la plaza de Catalunya y en el Palau de la Virreina.

Si la gente que ayer hacía cola en cualquiera de ellos es una muestra extrapolable de lo que será el público del Fòrum, sorprende la variedad de edades, condiciones y procedencias. Y su devoción: se han gastado más de 120 euros sin saber exactamente a cambio de qué -a falta del programa definitivo-, y lo reconocen, pero están convencidos de que el Fòrum será "interesante" y que "tendrá éxito". "Como las Olimpiadas", dice la mayoría.

"Además, en Barcelona somos curiosos. Seguro que si se montara una carrera de caracoles habría un público de 15.000 personas", decía ayer Joan Cohi, de 52 años, antes de sacarse el pase en la plaza de Catalunya.

"Estamos jubilados, tenemos tiempo, vivimos al lado y queremos visitarlo todo, seguro que quedará precioso", argumentaban Emilio Gago y su mujer, de Badalona. "Será una entrada de aire fresco que llegará a Barcelona desde más allá del Mediterráneo", manifestaba convencido Joan Lluís Alegret, de 53 años. En casa de este profesor de la Universidad de Girona han comprado cinco pases. Vista la composición de la cola, la suya no es la única familia en la que habrá pases para todos.

En los puntos de expedición, el comprador se presenta con el billete que ha adquirido por valor del pase y, tras proporcionar los datos personales y hacerse una foto, se lleva la tarjeta-pase. Es como tener el carnet del Fòrum. Roser Cordeiro, encargada de atender al público, explica que hay gente que llega sin saber siquiera dónde se celebrará el evento. Otros se han preocupado por conocer el programa y están pendientes de las novedades.

Los organizadores del Fòrum estiman que los pases de temporada se venderán en Barcelona y su área de influencia, pero ayer también había la excepción que confirma la regla. Familias de Girona y La Seu d'Urgell, por ejemplo. Procedente de capital del Alt Urgell, Roser Solano aseguraba que en la población hay "más gente que tiene pases".

Los motivos del público para comprarlos son variados. Mandan la curiosidad y las ganas de dejarse sorprender. Pero también hay intereses más mundanos, como el de Anna Portal: "Mi hijo tiene tres años y, como en junio tendrá horario intensivo, nos iremos al Fòrum un rato cada tarde, como quien va al parque", explicaba ayer.