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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Michael Straight, el "espía de Cambridge"

Michael Straight, el patricio y antiguo director de revista que describió en unas memorias políticas su duradera relación con espías soviéticos a los que había conocido cuando todos ellos eran estudiantes en la Universidad de Cambridge, falleció el viernes, de un tumor en el páncreas, en su casa de Chicago. Tenía 87 años.

En una vida de relación con los privilegiados, Straight atravesó por una serie de identidades, desde comunista durante sus años de estudiante en el Trinity College de Cambridge hasta reacio agente soviético en el Washington del New Deal, pasando por anticomunista liberal durante la guerra fría. También realizó diversos trabajos, como el de economista en el Departamento de Estado, director y editor de la revista The New Republic y, en los gobiernos de Nixon y Ford, presidente adjunto del Fondo Nacional para las Artes.

Todo esto lo confesó en sus memorias, After long silence (1983), en las que cita su renuencia a convertirse en espía cuando Anthony Blunt, entonces joven catedrático de Cambridge, se lo ordenó en 1937, e insiste en que una vez iniciado su trabajo con el Departamento de Estado, durante el mandato del presidente Roosevelt, los únicos documentos que pasó al agente soviético que él conocía como Michael Green fueron análisis políticos y económicos redactados por él mismo. Añadió que en 1951, una década después de volverse contra el Partido Comunista, aparentemente por sus objeciones contra el pacto entre los nazis y los soviéticos, se encontró en una calle de Washington con Guy Burgess, en otro tiempo compañero suyo en Cambridge, y supuso que debía de estar dirigiendo un anillo de espías fuera de la cercana embajada británica. Dijo que había advertido a Burgess que dejase el asunto y volviera a su país, o él lo denunciaría. Poco después, Burgess huyó a la Unión Soviética con su colega y amante, Donald Maclean.

La actitud de Straight se conoció finalmente en 1963, cuando el Gobierno de Kennedy le ofreció un alto cargo relacionado con las artes. Temiendo que comprobaran sus antecedentes, habló con Arthur M. Schlesinger Jr., secretario especial del presidente, quien a su vez lo envió al Departamento de Justicia. Sus conversaciones con el FBI y con los servicios secretos británicos supusieron el desenmascaramiento de Blunt, para entonces nombrado caballero y conservador de la colección de arte de la reina Isabel. Straight rechazó el puesto que le ofreció el Gobierno de Kennedy, aunque unos años después aceptó el cargo de vicepresidente del Fondo Nacional para las Artes.

Aunque supuestamente escrito como disculpa y explicación, After long silence no fue recibido con gran simpatía. Los críticos de derechas acusaban a Straight de haber confesado ante el FBI sólo para tener vía libre en su carrera profesional, y se preguntaban si el haber dado la voz de alarma antes no habría servido para salvar vidas.

Michael Whitney Straight nacido el 1 de septiembre de 1916 en la ciudad de Nueva York, fue el tercer y último hijo de Willard D. Straight, agente de inversiones en J.P. Morgan & Company, y la rica heredera Dorothy Payne Whitney Straight. En 1914, el matrimonio había creado The New Republic. Sus dos hijos mayores fueron Whitney, que se convirtió en corredor de coches y director de la British Overseas Airway Corporation, y Beatrice, que se convirtió en distinguida actriz. Straight se educó en la Lincoln School de la ciudad de Nueva York y en Dartington Hall, el colegio inglés progresista fundado y dirigido por su madre y el segundo esposo de ésta, Leonard Knight Elmhirst, con quien se había casado en 1925. Después de Dartington Hall, Straight pasó un año en la London School of Economics para dejar de lado sus tendencias literarias, que él mismo consideraba inútiles para un mundo en crisis política. Fue a Cambridge en 1934, entró a formar parte del círculo que rodeaba a John Maynard Keynes, se relacionó con jóvenes patricios radicales como él y, según dijo en sus memorias, se unió al Partido Comunista, principalmente por simpatía hacia los objetivos del Frente Popular de apoyar a los gobiernos demócratas contra el ascenso del nazismo.

Se trasladó de Cambridge a Washington en 1937 -después de rechazar la orden que Blunt le dio de aceptar un trabajo en Wall Street- y trabajó como economista del Departamento de Estado. Siguió compaginando la política con una vida social estratosférica, compartiendo casa con Joseph Alsop, redactando discursos para Roosevelt y cenando con la pareja presidencial, y escribiendo sus memorandos analíticos, algunos de los cuales trasladó al espionaje soviético. Escribió que había roto con Burgess y Blunt en 1938, cuando dejó el Departamento de Estado para trasladarse al de Interior, donde trabajó de redactor en la sombra.

Volvió a escribir novelas, y publicó Carrington (1960) y A very small remnant (1963). Su asociación con la izquierda de Cambridge nunca dejó de perseguirle, y siguió defendiendo sus acciones el resto de su vida. Hasta el final insistió, como dijo en 1995 en una carta enviada a The London Review of Books en respuesta a una referencia en la que le denominaban "espía de Cambridge", en que "yo no fui un espía según el uso establecido de la palabra".-

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