_
_
_
_
_

McDonald's salva la radio más independiente de EE UU

Javier Casqueiro

La cadena de hamburgueserías y comida basura más globalizada del mundo ha salvado el futuro de la radio pública y más independiente de Estados Unidos. La viuda del fundador de McDonald's, Joan B. Kroc, ha realizado a su muerte una de las donaciones más poderosas de la historia de este país tan apasionado de sus multimillonarios y filántropos. Joan Kroc, que falleció hace casi un mes, ha cedido a la Radio Nacional Pública (NPR) unos 200 millones de euros, el doble de su siempre escuálido presupuesto anual.

En la sede washingtoniana de NPR casi dan saltos de alegría e incredulidad. Los millones que apuntalarán su complicado y prestigioso proyecto de radio pública han llovido inesperadamente, en más cuantía de lo nunca imaginado y de una procedencia al menos impactante. NPR es una cadena pública estatal con 750 emisoras locales asociadas por todo el país, que ofrece probablemente una de las visiones más completas y plurales de la actualidad que se puede escuchar hoy día en EE UU. Por consiguiente, su supervivencia diaria no era fácil.

NPR manejó en el último curso fiscal un presupuesto anual de 103 millones de euros y aunque ha ganado un 60% de oyentes en los últimos cinco años (sus adictos suman unos 22 millones cada semana) también es verdad que había perdido unos cuatro millones de euros. No es una radio con ánimo de lucro y sobrevive de las exiguas aportaciones de sus radios asociadas y de las donaciones particulares. Sólo el 1% de sus recursos procede de fondos federales. Presume de su independencia. Pero hace poco tuvo que empezar a recortar programas.

El pasado 12 de octubre, en su rancho de San Diego, Joan B. Kroc falleció a los 75 años de un cáncer de cerebro. Era una enamorada de la emisora pública local, a la que regaló múltiples donaciones, y por extensión de NPR y su manera "inteligente" de afrontar los problemas del planeta. La historia de su vida fue de película.

Hija de un ferroviario, las penurias de Joan Beverly Mansfield pasaron al olvido una noche en la que tocaba el piano en un restaurante al que el fundador de McDonald's, Ray A. Kroc, había ido para una cena de negocios. Se quedó prendado de aquella "hermosa rubia" 25 años más joven que él. Se casaron, tuvieron una hija, que aún no ha hablado de este generoso obsequio, y se dedicó durante años a tareas humanitarias para redistribuir algo los 1.700 millones de euros acumulados por su marido, la fortuna número 121 del país, según la revista Forbes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_