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Reportaje:

La buena salud del comercio

El 74% de los barceloneses compran en los establecimientos del barrio donde residen

Blanca Cia

El pequeño y mediano comercio de Barcelona dista mucho de estar enfermo. Todo lo contrario, goza de buena salud. Es el diagnóstico resultante del Atlas Comercial de Barcelona, una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio y la Universidad de Barcelona. El principal motivo de esa buena salud es ser el preferido por una amplia mayoría de los barceloneses. Según las estadísticas, el 74% de la población compra en los establecimientos del barrio, un tanto por ciento que se eleva al 90 cuando se trata de la cesta de la compra.

El atlas es un radiografía, sobre todo de planos y mapas, de los establecimientos de la ciudad, cuyo número total es de 58.000. "La actividad comercial es el segundo sector económico de la ciudad en número de afiliados a la Seguridad Social, con 138.000, además de los 36.000 autónomos", explicó ayer Jordi Portabella, segundo teniente de alcalde y responsable del área de Comercio del consistorio.

La importancia del pequeño y mediano comercio de la ciudad vuelve a quedar en evidencia cuando se analiza dónde hacen las compras los turistas. El 43% del total de lo que gastan corresponde a compras en comercios, y el 60% de ellas se realizan en pequeños y medianos establecimientos. El resto, en grandes comercios. Justo lo contrario de lo que ocurre en Madrid, donde los turistas efectúan más del 60% de sus compras en grandes superficies, y el resto en tiendas.

Carles Carrera, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona y uno de los coordinadores del atlas, apuntó que una de las claves de la buena salud del mediano comercio en Barcelona es que ocupa una superficie muy urbana. "Está directamente relacionado con la densidad de población: a más densidad, más oferta de mediano comercio, y a menor densidad, la fórmula con más éxito es la de las grandes áreas comerciales, porque el consumidor se tiene que desplazar", subrayó.

Los autores del estudio aconsejan afianzar los ejes comerciales o las calles que ya tienen una importante oferta. Reforzar la concentración dentro de la diversidad y potenciar el asociacionismo de los establecimientos comerciales son dos de las recetas que dan los responsables del atlas para asegurar que la salud del comercio pequeño y mediano siga siendo buena. Y una de las estrategias para dinamizar más los establecimientos medianos será ampliar la zona de compras habitual del turismo, que se concentra en los ejes comerciales del centro de la ciudad. Al menos, así lo anunció Portabella.

No hay preocupación respecto a los grandes centros comerciales . El atlas destaca el efecto dinamizador que tienen los mercados municipales. Aunque no todos. Por ejemplo, señala que la zona comercial que rodea al de Sant Antoni ha experimentado una evolución negativa en los últimos años, con cierre de establecimientos y cambio de actividad en muchos otros.

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La actividad comercial no es homogénea en toda la ciudad. El estudio dibuja áreas muy dinámicas con crecimiento del número de establecimientos, como el Poblenou, el Eixample, Sarrià, el Barri Gótic y el Raval, y otras zonas donde se ha reducido el número de comercios, como algunos barrios de Vall d'Hebron, Horta, el Clot, Sant Andreu y la Verneda, entre otros.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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