Campaña de Roger Moore en Camboya
Sir Roger Moore, famoso por su papel como James Bond, concluyó hoy en Camboya su más reciente misión, no con martinis ni chicas bellas, sino con sal yodada, un producto esencial para el desarrollo infantil. El flamante caballero del Imperio Británico, de 76 años, ha hecho campaña durante dos días en Camboya, junto a su esposa, lady Kristina, sobre el consumo de sal yodada por parte de la población infantil del empobrecido país asiático. "Tengo que decir que es mucho más fácil vender una película que la idea de consumir la sal yodada", dijo Moore en rueda de prensa en el Ministerio de Planificación camboyano. El embajador de buena voluntad del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) regresó hoy a Phnom Penh tras visitar la provincia de Kampot, a unos 250 kilómetros al suroeste de la capital, donde inspeccionó extensas salinas y promocionó la versión yodada. Sólo en torno al 13% de los camboyanos consume sal yodada debido a que resulta más cara que la normal y a su escasez en el país. "La deficiencia de yodo causa un menor desarrollo del cuerpo, cretinismo y, el peor de ellos, un coeficiente intelectual menor, lo que significa que el niño no logra alcanzar su máximo potencial", señaló el actor. Agregó que "si hay mucha gente así en un país, ese país tiene un pobre presente y un oscuro futuro". Durante su estancia, sir Roger Moore se entrevistó con el monarca camboyano, Norodom Sihanuk, y quedó maravillado con su palacio, del que dijo que era "uno de los más bellos" que había visto en su vida. Moore, que fue nombrado caballero a principios de mes por su labor humanitaria, hizo entrega al rey de un poco de sal yodada, anticipo de un cargamento de 30 toneladas que Unicef ha ofrecido como regalo a los camboyanos. "Obviamente ha sido sólo una muestra. No soy muy fuerte y no puedo acarrear yo mismo las 30 toneladas, y además no me traje a un doble en esta visita", señaló el ex agente 007. El actor británico manifestó que espera que la campaña tenga en Camboya un éxito similar al que ha tenido en Filipinas, donde considera que se ha conseguido uno de los mayores logros en la promoción de la sal yodada. En apoyo de la campaña, el Gobierno de Camboya planea ilegalizar la venta de sal corriente a partir de 2005.
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