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Angelina Jolie se muda a Europa para estar "mejor informada"

La estrella estadounidense estrena la película 'Amar peligrosamente'

Elsa Fernández-Santos

Angelina Jolie ya no lleva tatuado el nombre de Billy Bob Thornton. Le costó varios tratamientos con láser borrar del mapa al hombre de su vida. Con una melena a la altura de la cadera y una cara limpia y deslumbrante, la actriz presentó ayer en Madrid Amar peligrosamente, una historia de amor situada en los campos de refugiados de África, Camboya y Chechenia. Jolie, que adoptó a su hijo Maddox durante el rodaje, se ha instalado en Londres. "He dejado Estados Unidos porque en Europa estoy mejor informada", asegura.

"Me siento responsable ante mi compromiso y ante mi hijo. Quiero un mundo mejor para él"

"Si ven a un niño asiático corriendo por el pasillo, ése es mi hijo". Angelina Jolie sonríe mostrando sus enormes dientes blancos. Bebe una infusión y en su mano luce un precioso anillo de brillantes. Vestida de señora formal, por sus brazos asoman algunos de los tatuajes que todavía mantiene en su cuerpo: una letra H, unos símbolos y dos frases imposibles de leer a media distancia.

Con las piernas y las manos cruzadas, Angelina Jolie asegura que hoy es una mujer transformada, comprometida con su papel de embajadora del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y entregada a su maternidad. Ayer, además de trabajar profesionalmente en la promoción de Amar peligrosamente (que se estrena en España el 24 de octubre), visitó el zoo con su hijo (Maddox, de dos años "y tres meses") y lo llevó de la mano por las calles del centro de Madrid. "El cine", asegura, "ya no es una prioridad en mi vida".

"Adopté a mi hijo antes del rodaje de esta película", recordó la actriz, "pero el papeleo se retrasó y lo tuve que recoger cuando ya estábamos en África. Me dieron el día libre y, de la noche a la mañana, ya era mamá". "Mi hijo me ha cambiado completamente", continúa Jolie, que muy seria añade: "Con mi hijo me siento mucho mejor que con ningún marido. Me hace mejor persona".

Esta hija de actor (John Voight) y modelo (Marcheline Bertran), ahijada de Maximilian Schell y la mismísima Jacqueline Bisset, dejó su vida festiva en Nueva York para vivir en Los Ángeles junto a Billy Bob Thornton, una pareja que paseó su amor loco (y su leyenda negra) por todo Hollywood. Se habló de collares de sangre, automutilaciones, cuchillos y tatuajes... La pareja, finalmente, rompió entre duras peleas. A sus 28 años y después de un Oscar (Inocencia interrumpida) y dos divorcios, la actriz ha decidido vivir entre Londres y Camboya. "Mi madre sigue en Estados Unidos, así que no me puedo alejar tanto de allí. Pero creo que mi hijo y yo tendremos una vida mejor en Europa. Cuando leo los periódicos y veo la televisión en Londres me siento más cerca de la realidad que en Estados Unidos. Aquí se informa más y mejor. Desde Europa se está más cerca del resto del mundo. En Estados unidos sólo se habla de Estados Unidos".

Su casa en Camboya la compró para que su hijo conozca su cultura y, según explica la actriz, Amar peligrosamente es una película que de alguna manera le dedica a él. "Los padres de Maddox fueron como algunos de los personajes que se ven en la película y a mí me gustaría que él viera esta película de mayor y que le sirviera para entender muchas cosas sobre cómo fue la vida de sus padres".

Amar peligrosamente narra la historia de amor de una mujer rica (Jolie) que se enamora de un médico cooperante (Clive Owen). Ella decide dejarlo todo y seguirle por el mundo hasta descubrir una realidad tan terrible como desconocida. "Antes de embarcarme en esta película sabía lo que sabe todo el mundo, poco. El guión me llegó hace cinco años y durante el tiempo que ha tardado en salir adelante me ha dado tiempo a conocer el mundo mucho mejor. La película no es un documental pero pretende ser lo más ajustada posible a la realidad. Intenta ser veraz. Kofi Annan la vio y la apoya plenamente, cree que refleja con bastante exactitud las situaciones de las que habla".

Angelina Jolie se defiende ante cualquier insinuación de que ciertas ayudas al Tercer Mundo pueden resultar sólo de salón. "A mí me parece que el reparto de riqueza en el mundo es repugnante y por eso creo que la gente que tiene dinero tiene la responsabilidad de repartir más y ayudar más". "Yo tengo la esperanza de que una película como ésta abra los ojos de la gente. No pretendemos dar respuestas, las preguntas seguirán ahí, pero queremos que la gente despierte a esos temas. La situación es igual o peor que cuando rodamos la película. Hay una hambruna en Etiopía igual o peor que entonces. Chechenia sigue teniendo una situación política sensible y en Camboya siguen las minas. Sólo en mi casa han detectado ya 48 minas".

"Yo", continúa, "me siento responsable ante mi compromiso y ante mi hijo. Quiero un mundo mejor para él. Quiero que sea feliz y que nada le pueda perturbar". Jolie asegura que le gustaría adoptar "más hijos". "Sí, pero no es tan fácil. Ahora intento apadrinar a todos los que puedo y doy mi dinero para construir escuelas y orfanatos, para ayudar en todo lo posible en los lugares que he visitado y que afortunadamente han abierto mis ojos".

Angelina Jolie, ayer en Madrid.
Angelina Jolie, ayer en Madrid.GORKA LEJARCEGI
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Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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