_
_
_
_
_

El Gobierno destinará el próximo año 1.419 millones a más de 1.500 kilómetros de autovía

La inversión en vivienda sólo será de 661,5 millones de euros, con un crecimiento del 2,5%

Las autovías y el AVE continuarán siendo las obsesiones presupuestarias del Gobierno el próximo año. Las primeras absorberán 1.419 millones, que se dedicarán a la construcción de 1.521 kilómetros. En cuanto a las líneas de ferrocarril de alta velocidad, la inversión directa del Estado será de 207 millones, a la que hay que sumar los 3.100 millones que gastará el Gestor de Infraestructura Ferroviaria (GIF), encargado de las principales líneas. El patito feo será, una vez más, la vivienda, en la que el Estado se gastará 661,54 millones, menos de la tercera parte de lo que dedica a carreteras.

La máxima prioridad del Gobierno es que los ciudadanos lleguen lo más rápido posible a su destino. Al menos así se refleja en los Presupuestos Generales del Estado, que dedican la mayor parte de la inversión a la construcción de nuevas autovías y líneas AVE. El próximo año, el Estado se gastará 1.419 millones en 1.521 kilómetros de autovía: 349 kilómetros serán de actuaciones a iniciar, 580 en curso y se terminarán otros 592 kilómetros.

A estas cifras hay que añadir otros 376 millones que se gastará en carreteras normales y los 337 millones en obras viales en el interior de las ciudades, lo que en conjunto suma 2.140 millones para vías terrestres, un 4% más.

La construcción de las nuevas líneas del AVE es otro de los grandes beneficiarios, aunque hay que escudriñar en las cuentas del Estado para averiguar realmente la cantidad que se destina al mismo. La inversión directa del Ministerio de Fomento alcanzará los 207 millones para construir 58 kilómetros, frente a los 65 kilómetros que se construirán en el presente año. No obstante, a esa cifra hay que añadir los 3.100 millones que invertirá el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), la entidad empresarial encargada de la construcción de las principales línea, cuyo presupuesto va aparte y no computa como déficit público.

En la actualidad existen seis corredores en marcha, incluido el de la polémica línea que unirá Madrid y Barcelona, y que acumula grandes retrasos. El tramo Madrid-Lleida se inaugura esta semana, pero a velocidad comercial, a 200 kilómetros por hora.

El GIF recibirá el próximo año del Estado una aportación de 1.352 millones y 986 millones de subvenciones de la Unión Europea. Pese a ello, el GIF, que ya ha entrado en pérdidas en 2003, multiplicará el año próximo por 24 sus números rojos, hasta los 11,24 millones.

Los presupuestos de la línea del AVE ensombrecen la inversión en la red ferroviaria convencional, a cuya conservación y mejora Fomento sólo destinará 265,4 millones, y 87,4 millones a cercanías, la red más utilizada.

Este maná presupuestario se encuadra dentro del ambicioso Plan de Infraestructuras 2000-2007 que prevé una inversión total de 114.000 millones para carreteras, redes de ferrocarril y aeropuertos con el objetivo de aliviar el déficit en infraestructuras español. El objetivo es ampliar la red de carreteras de alta capacidad de los 8.000 kilómetros actuales a más de 13.000, y tender 7.200 kilómetros de línea AVE.

Con el antecedente de estas cifras queda claro que en el dilema presupuestario velocidad o vivienda el Gobierno ha apostado claramente por el primero. Y es que el capítulo de ayudas a la vivienda, especialmente dirigido a las familias con menos renta, ha quedado relegado.

Frente a las cantidades de dinero presupuestadas para infraestructuras -uno de cada dos euros invertidos van a parar a este capítulo hasta los 5.026 millones de euros-, la cifra del gasto público destinada a política de vivienda es mínima. En los Presupuestos para 2004 sigue estancada. Crece sólo un 2,5%, hasta 661,54 millones, con lo que supone apenas un 0,3% del gasto público.

Motor del crecimiento

Aunque realmente ésta es la partida que aporta el Ministerio de Fomento para la política de vivienda, sobre todo para el acceso a vivienda protegida (sólo representa el 8,5% del total), el titular del departamento, Francisco Álvarez-Cascos, tiene otras cuentas. Asegura que el gasto total en vivienda ascenderá a 6.109 millones, pero porque incluye los 5.517 millones en bonificaciones fiscales (IRPF e IVA) para los que compran un piso, independientemente de su nivel de renta. Pero la vivienda, financiada por las rentas familiares, y las infraestructuras, costeadas por fondos públicos, se han convertido en los motores del crecimiento español, por encima de la media europea. En un momento de desaceleración, el sector de la construcción crea uno de cada cinco empleos y equivale al menos al 17% del producto interior bruto (PIB), gracias sobre todo a los numerosos contratos de obra civil, pero también por el boom inmobiliario.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_