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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cocina castellana con destellos franceses

FUENTE DE LA ACEÑA, la reaparición del 'chef' Ángel García en la Ribera del Duero

José Carlos Capel

Angel García, chef encantador, culto y refinado, mantiene un inexplicable contencioso con su profesión de cocinero. Desde hace años, a lo largo de su azarosa trayectoria ha paladeado las mieles de la fama antes de caer en los rincones del olvido. Mediada la década de los ochenta dirigió en Madrid el famoso restaurante Lúculo, ya desaparecido, que fue un espejo de la modernidad culinaria capitalina. Tras el cierre, ya a comienzos de los noventa, emergió en Londres rompiendo moldes en Albero & Grana, restaurante español propiedad de un magnate que cerraría el local de manera imprevista.

Igual que siempre, sus mejores virtudes siguen siendo la imaginación y sus dotes para seducir al comensal con detalles de elegancia. Sus pecados capitales: la irregularidad, la inestabilidad y su tendencia a confundir originalidad con rebuscamiento. García, de padre español y madre francesa, no reniega de su formación académica gala. Ni tampoco de su vocación mediterránea y su profundo conocimiento de la cocina española. Ahora, desde hace más de un año oficia en este rincón privilegiado de la Ribera del Duero, paraíso fluvial rodeado de famosas bodegas.

FUENTE DE LA ACEÑA

Dirección: Camino del Molino, s/n. Quintanilla de Onésimo (a 32 kilómetros de Valladolid).

Teléfono: 983 68 09 10.

Cierra: domingos noche.

Precio: entre 35 y 40 euros. Menú degustación, 35. Gazpacho de sandía y carabineros, 12. Lasaña de morcilla, 9. Cochinillo confitado, 15.

Pan ... 6

Café ... 4

Bodega ... 7

Ambiente ... 8,5

Servicio ... 6

Aseos ... 8,5

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Horno y parrilla

Consciente de las limitaciones del entorno, ha tenido que rebajar su creatividad para adaptarse a su clientela. Y a pesar de que utiliza productos de la tierra y que practica una cocina rústica de horno y parrilla, se atreve con recetas foráneas evidenciando su capacidad para entusiasmar y decepcionar en el transcurso de un mismo almuerzo.

Es cierto que su cordero a la sal es uno de los más deliciosos de la Ribera. También es verdad que el cochinillo confitado con especias resulta desagradablemente bravío. La carta, más bien breve, cuenta con especialidades seguras. Entre ellas los huevos fritos con morcilla, el lomo de vaca y las chuletillas de cordero a la plancha. A su lado, platos emblemáticos que García casi los lleva debajo del brazo. Si la tempura crujiente de verduras es deliciosa, al gazpacho de sandía con carabineros le sobra aceite. Si el escabeche de foie-gras adolece de una insipidez manifiesta, la lasaña de morcilla pasa sin pena ni gloria sobre una crema de verduras (pimientos) afrancesada con toques lácteos. El servicio, que cumple con dignidad, no consigue evitar algunos fallos.

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El arquitecto Roberto Valle se encargó de la reforma del restaurante Fuente de la Aceña.
El arquitecto Roberto Valle se encargó de la reforma del restaurante Fuente de la Aceña.MARTA CACHO

MENÚ, POSTRES Y BODEGA

FUENTE DE LA ACEÑA es un minicomplejo hotelero con habitaciones y restaurante, que se asienta en las riberas del río Duero. Ocupa un viejo molino harinero del siglo XVI, convertido en fábrica de harinas a principios del XIX y reformado recientemente. Dispone de una atractiva barra de bar, de una interesante bodega visitable y de una preciosa estancia denominada Sala del Río, con ventanales que parecen asomarse en el curso de agua. A la hora de componer la carta, una opción interesante es el menú degustación. Por 35 euros se ofrecen cuatro platos: lasaña, foie-gras, bacalao y cochinillo confitado. Tampoco se debe olvidar que su famoso lechazo a la sal se prepara en horno de leña previo encargo y para un mínimo de dos personas. El repertorio goloso camina por senderos más convencionales que los platos salados, en una línea de alta repostería clásica. Es magnífico el turrón helado de piñones; sugerentes los empiñonados con frutas escarchadas a la crema de anís; refinados los chocolates con chocolates, y decepcionante el milhojas de la posada. La bodega, bien abastecida y mejor gestionada, contiene una amplia selección de vinos de la Ribera del Duero junto a un escueto pero sugerente repertorio de vinos de otras zonas.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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