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Calendario / 19 de agosto de 1990 | HUMOR
Columna
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Un conflicto regional

Que se ate los machos Sadam Husein, que vamos pa'llá. Se acabaron las bromas. Estados Unidos ha desplegado 100.000 soldados, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas planea ordenar la guerra, la Liga Árabe se ha sumado a la fuerza internacional y no hay un solo país en el mundo que respalde a Sadam, pero hasta ayer podía respirar.

-¿Sin noticias de España, Tarek? -preguntaba Sadam a su ministro de Exteriores, Tarek Aziz.

-Nada -respondía Tarek, y Sadam se aliviaba.

Pero ya se acabó. Se reunió la Unión Europea Occidental, y nos toca una fragata y dos corbetas. Nos dejan jugar con dos condiciones: que estemos bien lejos del conflicto y que bajo ningún concepto disparemos. Además, si estallara la guerra, nosotros a casa sin chistar. Como Gila:

-¿Es el enemigo? Hola, Sadam. ¿Qué te iba a decir? ¿Qué planes tienes para esta noche? A nosotros nos lo puedes contar, que no nos dejan disparar. Los cañones los tenemos llenos de Frigo Pie. Sí, pero con el calor se nos han deshecho. No, no. Los cañones. Los Frigo Pie aguantan

bien. Es que los cañones no los paseábamos desde la guerra de Ifni, y no han resistido.

No se sabe por qué no se aprovecha la capacidad del Cesid para el espionaje telefónico. Su última proeza: las escuchas a la brigada de la Policía Judicial que investigaba el caso Juan Guerra. Durante los últimos años ha habido tantas denuncias de espionaje telefónico (jueces, políticos, periodistas...) que lo raro es que no haya denuncias por lo contrario. "¡Oiga, que yo soy muy importante y el Cesid no me espía!". Pronto hará nueve años que Narcís Serra es ministro de Defensa. Junto a González y Guerra, es el único que resiste en su puesto desde diciembre de 1982. Y Guerra está en la cuerda floja. Sólo le defienden los superguerristas: Carlos Sanjuán, Pepe Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Son como los chavales de la campaña Póntelo, pónselo. Cuando alguien descubre un escándalo y pregunta "¿de quién es esto?", se levantan uno a uno y dicen: "Mío, mío, mío".

González prometió marcharse si dimite Guerra por lo de su hermano. "Dos por el precio de uno", dijo. ¿Estaría pensando en dejarnos a Serra al frente del Gobierno? Si ha caído el muro de Berlín, y con el muro todo el mundo comunista (a excepción del universo de Julio Anguita), ¿por qué no puede un catalán presidir el Gobierno? Y más tratándose de alguien que, por causa de esta costumbre del Cesid de escuchar conversaciones, es como de la familia de todos los españoles.

El secretario de Estado James Baker anuncia una gira a lo largo y ancho de este mundo, como el chiripitifláutico capitán Tan, para convencernos a todos de que Sadam Husein es como Hitler y tiene el cuarto ejército del planeta, y... y... ¡¿Y España?! ¡Menudo menosprecio!

-¡Paco! -grita González a Paco Ordóñez-. Llama a Baker y dile que no nos menosprecie o nos cambiamos de bando.

Felipe está picao porque él dijo hace dos semanas que la invasión de Kuwait por Irak era un conflicto regional que debía tener una solución regional, y desde que lo dijo el mundo entero se ha empeñado en llevarle la contraria.

-Anda, Paco, ponme en un teléfono a George y en otro a Mijaíl. Al final tengo que ocuparme yo de todo.

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