"Los políticos deberían masturbarse más"

Pregunta. Ha ganado por cuarta vez la alcaldíay dice estar en "posición política creativa". ¿Con qué nos sorprende?

Respuesta. Quizá con un análisis un tanto desapasionado y libre de la pertenencia a los aparatos del partido socialista.

P. San Sebastián es una joya. ¿Todo mérito suyo?

R. No, no. Mérito de nuestros antepasados. Nosotros, en los últimos doce años, le hemos incorporado unos cuantos toques de innovación y modernidad.

P. ¿Cómo ve su ciudad?

R. Aparentemente, se puede vivir bien, con buenos servicios y con una vida de calidad, pero es una ciudad con una belleza triste, como consecuencia del clima político. Le falta alegría.

P. Y aquí está usted para aportar kilos de marcha.

R. Me gustaría contribuir para que mi ciudad y este país alcancen la paz desde una solución de dignidad democrática. Esto tiene solución a medio plazo.

P. ¿Colaborará más con el PNV o con el PP?

R. Yo siempre colaboraré mucho más con Euskadiko Ezkerra.

P. ¿Pasará a la posteridad por el bidegorri, el carril bici?

R. No [ríe], es una anécdota. La demostración de una apuesta por la ecología y la sostenibilidad. Ha sido una lucha muy dura contra el PNV y el PP.

P. ¿Su modelo es Barcelona? Hay quien piensa que es usted como la mascota de Maragall.

R. No. No tengo ningún complejo seguidista de Barcelona, que me encanta y me parece la ciudad más atractiva de España.

P. Por cierto, ¿el beso que le dio Maragall hace poco en público ha sido el mejor de su vida?

R. Era un beso de mucho cariño, pero de poca sexualidad.

P. ¿Qué dúo haría con él: Amistades Peligrosas, Zipi y Zape o Hernández y Fernández, los de Tintín?

R. Amistades Peligrosas.

P. ¿Por qué cree que le aguantan en el PSOE?

R. Porque, dentro de mis planteamientos vasquistas, soy leal a un partido en el que estoy desde el año 75.

P. ¿Quién le saca más de quicio: Savater o María San Gil?

R. Diría simplemente que ponen a prueba mi sentido de la tolerancia.

P. ¿La buena racha de la Real es cosa suya?

R. No. Pero soy un seguidor acérrimo desde los nueve años.

P. Ha salido un libro titulado Técnicas de masturbación entre Batman y Robin. ¿Le atrae?

R. Sí. Me parece que la masturbación es algo necesario que los políticos deberían practicar con más frecuencia. Deberían masturbarse más. Les aliviaría de muchas tensiones

P. Habla como un experto.

R. Experto, no. Pero veo mucho la televisión.

P. Le califican de poco diplomático, impertinente y muy borde.

R. Digamos que no soy el político al uso, que pasa la mano por el lomo y que soba. No.

P. Una virtud: creo que le pierde el baile.

R. Aquí, por discreción, no me prodigo demasiado. Pero me encanta bailar.

P. ¿Qué especialidad trabaja en la pista?

R. Hago mucho movimiento en corto.

P. ¿Para todo?

R. Para todo. Mido mucho mis movimientos, sí, sí [ríe].

P. ¿Qué daría por una melena rasta?

R. No es la cosa más atractiva. Pero por una melena normal contaría todos mis secretos.

P. Confiese alguno.

R. Lo veo difícil. Si no me pone usted en situación...

P. ¿Por qué es mejor ser donostiarra que bilbaíno?

R. Donosti es una ciudad cargada de tradiciones, de historia y de un paisaje ecológico. Bilbao es un poco lo contrario.

P. ¿Con quién se muerde la lengua?

R. Fundamentalmente, con las derechas en el Ayuntamiento.

P. Ana Palacio, María San Gil, Ana Botella, Esperanza Aguirre, Ana Mato. ¿A quién se llevaría a una isla desierta?

R. No me siento atraído por ninguna, ni aun haciendo un esfuerzo. Con todos los respetos.

P. Le veo muy sectario. ¿Y fuera del PP?

R. ¿Una política que sea divertida, atractiva, que conozca? Salvando la edad y la distancia, me llevaría a Leyre Pajín.

P. ¿Patxi López será candidato a lehendakari o usted intentará hacer un quiebro?

R. Creo que Patxi será el candidato. Pero yo estoy disponible.

P. ¿Para cuándo la catarsis definitiva del PSE?

R. A mí me gustaría que fuera a la vuelta del verano. Que Patxi le echase mucha audacia y que cambiase el discurso del PSE, que falta hace.

P. Eso, la catarsis del partido. ¿Y la suya?

R. Yo estoy permanentemente en catarsis. Todos los días dudo de lo que hago y de si es lo coherente, lo honesto. Estoy [ríe] continuamente sumido en un ataque de nervios.