_
_
_
_
_
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Claudio Guillén ilumina los diversos paraísos de Alberti

Un curso dirigido por el ensayista en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander ha analizado la poesía, el teatro y la pintura del autor, del que se publicará su obra completa en otoño.

Cecilia Jan

En el año de conmemoración del centenario de Rafael Alberti (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1902-1999), la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander ha aportado su granito de arena con un curso en el que se ha tratado de entender mejor "la complejidad de un grandísimo poeta, en quien se concilian muy bien el hombre y el artista", según explicó su director, el académico y catedrático de Literatura Claudio Guillén. 'El mar de todos los atlas', un verso de Marinero en tierra, ha dado nombre a este curso, que ha analizado en esta pasada semana también la obra teatral, epistolar y pictórica del poeta gaditano.

El tema principal ha sido "cómo se conciliaban la tradición y la vanguardia" en Alberti. Es decir, cómo conseguía tener "un instinto innovador, una postura libre, provocadora, rompedora, y, al mismo tiempo, no romper con el pasado de los grandes escritores y poetas españoles", una combinación fundamental para la generación del 27, cuenta Guillén.

Ejemplos de esta dualidad puso una de las ponentes, la catedrática de la Universidad de Barcelona Rosa Navarro, que ligó el clásico Con cien cañones por banda... de la Canción del pirata, de Espronceda, a versos de Marinero en tierra, o explicó cómo Alberti utilizaba "verdaderos avances de la poesía surrealista" procedentes del cine dentro del "molde de la poesía de Góngora".

El compromiso político de Alberti ha sido un aspecto ineludible al hablar de este artista "que no sabía escribir mal", aunque, como describe Guillén, se hizo a través de "una crítica literaria, que no política", de su obra de la época de la Guerra Civil y del exilio. "Se ha insistido en la idea del paraíso perdido en la primera época, y del paraíso anhelado y soñado para el futuro en la época política", explica el director del curso. "También se puede ver de otra forma, porque paraíso es, en el fondo, otra metáfora que Alberti utiliza como un hombre que sentía que no pertenecía a lo que le rodeaba, al mundo", añade.

Pese a su "inmensa fe en la poesía", señala Guillén, Alberti cultivó otras facetas artísticas que se han tratado de conocer durante la semana: su pintura, dibujos y grabados -parte de los cuales se expondrán en el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid dentro de los actos del centenario-, así como su obra teatral, poco representada, sus cartas y memorias (La arboleda perdida). "Su compromiso no ha sido sólo ideológico, sino de artista, que es lo que era. Tenía una destreza formal asombrosa, una capacidad de trabajo y de aprendizaje muy importante", describe el académico.

"El centenario ha facilitado esta oportunidad", reconoce Guillén. "Alberti es un grandísimo poeta cuya obra no es suficientemente conocida", afirma, aunque destaca que por primera vez "se van a publicar sus obras completas de verdad", en una serie de volúmenes que la editorial Seix Barral prepara para el otoño. "Va a ser una tarea importante, porque hay obras de Alberti que no se encuentran en ningún sitio", añade Guillén, que calificó de "lamentables" las luchas producidas entre los herederos del poeta ante la conmemoración del centenario.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Cecilia Jan
Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_