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Reportaje:

Víctima antes de nacer

Jessica es sorda a raíz del atentado de Hipercor

Milagros Rodríguez estaba embarazada de tres meses cuando estalló la bomba de ETA en Hipercor, donde trabajaba como cajera, en junio de 1987 en Barcelona. Ella sólo sufrió algún rasguño, pero tuvo el presentimiento de que algo pasaría cuando naciera su hija Jessica. Y así fue. Jessica nació con una sordera total como consecuencia de la onda expansiva de la bomba. Así lo han certificado varios informes médicos, pero hasta el pasado jueves no fue reconocida como víctima de un atentado terrorista.

La buena noticia para la familia Rodríguez llegó ayer con la sentencia de la Audiencia Nacional que condena a Rafael Caride y a Santiago Arróspide a 790 años y medio de cárcel por el atentado de Hipercor, y que concede a Jessica una indemnización de 70.000 euros. La sentencia considera que "más allá de una simple probabilidad", se puede establecer una relación causal entre la explosión y "la deficiencia auditiva bilateral" de Jessica. El Ministerio del Interior nunca la ha reconocido como víctima e incluso le ha denegado una indemnización."Ya estábamos hartos, hasta ahora siempre nos habían rechazado la petición", afirma Paco, el padre de Jessica. "Si no hubiera sido por la ayuda y el apoyo de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en Cataluña, ya habríamos tirado la toalla", añade. Paco y Milagros, ambos de 43 años, se han quedado con una sensación agridulce tras conocer la sentencia. Están muy satisfechos de saber que todos estos años de lucha en solitario para que se reconociera a su hija como víctima del terrorismo han servido para algo. Pero no pueden dejar de pensar en lo que podrían haber hecho para ayudarla si hubieran contado con más medios.

Jessica, que ahora tiene 15 años y acaba de terminar 3º de ESO, ha tenido que ir a muchos médicos y ha necesitado clases particulares, logopedas, audífonos y prótesis. A pesar de ello, está totalmente integrada y acude a un instituto de su barrio. Le encantan los animales y le gustaría ser veterinaria, aunque su padre sabe que será difícil. "Igual puede hacer de auxiliar y esto a nosotros nos duele porque es una chica muy currante", dice.

Robert Manrique, afectado de Hipercor y responsable de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas -que en junio tomó el relevo a la AVT-, considera "una victoria" el reconocimiento de Jessica, "aunque haya llegado tan tarde". Él ha estado al lado de la familia todos estos años ayudándoles con las cuestiones jurídicas, médicas, administrativas y económicas y lamenta que nunca ninguna administración se haya interesado por el caso de Jessica.

Jessica junto a sus padres, ayer, tras conocer la sentencia.
Jessica junto a sus padres, ayer, tras conocer la sentencia.CONSUELO BAUTISTA

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