Ajuste positivo
Los mercados de valores, como las economías, muestran un comportamiento discontinuo en sus indicadores, correspondiéndole a esta última jornada un ajuste al alza tras dos sesiones consecutivas de recortes.
Si los analistas esperan que de la suma de los datos económicos resulte uno medianamente positivo a medio plazo, los inversores quieren aplicar ese principio a las bolsas para esta segunda parte del año.
Por el momento las cosas ruedan en ese sentido, pues los pedidos industriales crecieron en Estados Unidos en el mes de mayo un inesperado 0,4%. El dato pasó prácticamente desapercibido para las bolsas europeas, que ya abrieron al alza y tuvieron un comportamiento casi plano en el resto de la jornada.
El Ibex 35 cerró esta sesión con una subida del 1,36%, que le sitúa de nuevo en la zona de los 6.800 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid subía el 1,32% para cerrar en 717,40.
Algunos observadores definían esta jornada como un ejemplo de "percepción mínima de riesgos", aunque si hay una nota dominante en el comportamiento del mercado de las últimas semanas es la selección, lo que indica que los inversores perciben perfectamente los riesgos y los evitan en el momento de elegir el destino para su dinero.
Los grandes mercados de la eurozona tuvieron un comportamiento similar al del mercado español, pero con resultados más positivos, achacables al margen de ganancias favorable al mercado español en esta primera parte del año, lo que supone otro ejemplo de que sí hay percepción de riesgos.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta 2.933,37 millones de euros, pero casi la mitad de esa cifra se generó a base de las operaciones institucionales típicas de las fechas de pago de dividendos.
La bolsa estadounidense mostraba un avance del 0,84% a media sesión, en un ejercicio de cautela al alcanzar de nuevo el índice Dow Jones los 9.100 puntos.
