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COMPUTACIÓN | Redes

Récord de velocidad en 'Internet 2'

El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN, junto a Ginebra), donde se inventó la popular www (World Wide Web), ha protagonizado un nuevo avance en el desarrollo de las redes de ordenadores del futuro, esta vez en colaboración con el Instituto de Tecnología de California (Caltech, en EE UU). Investigadores en computación de ambos centros han logrado establecer una marca espectacular de velocidad de transmisión de datos, manteniendo durante más de una hora un flujo de 983 megabites por segundo entre Ginebra y Chicago, una distancia superior a 7.000 kilómetros. Esto equivale a transferir todo un CD en 5,6 segundos, según informa el CERN.

El récord, un ensayo en el ámbito del futuro Internet 2 con el protocolo de comunicación de nueva generación IPv6, supone un salto importante respecto a las velocidades actuales en la red: un usuario en España, utilizando un módem y las líneas telefónicas, intercambia información por Internet a una velocidad de 56 kilobites por segundo (0,056 megabites); en un sistema avanzado de alta velocidad se alcanzan los 100 megabites. El récord entre Europa y EE UU multiplica por 10 esa velocidad.

El nuevo protocolo de Internet permite ampliar la cantidad de códigos en la red
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El experimento es un avance en el desarrollo de redes globales de alta velocidad imprescindibles para Grid, la futura nueva generación de computación intensiva distribuida que será imprescindible en varias áreas científicas como la física de altas energías, la modelización climática, la astrofísica o la bioinformática.

El IPv6 que han utilizado con tanto éxito los investigadores del CERN y de Caltech ofrece una eficacia superior (con mayor calidad y más seguridad) que el protocolo de Internet (IP), habitual actualmente, el IPv4, que se usa en el 90% del tráfico en la Red. Además, esta nueva versión 6 supondrá un respiro importante en la comunidad virtual al permitir ampliar mucho el número de identificaciones posibles de los ordenadores, que está al borde de la saturación.

Cuando uno envía un mensaje por Internet o atrae información a su ordenador con un programa navegador, la información circula por Internet troceada en pequeños paquetes de datos que se dispersan por todas las redes hasta llegar independientemente a su destino, donde se recompone el contenido del correo electrónico o la información solicitada. Éste es el gran truco de Internet, porque cada uno de esos paquetes circula por donde puede o le resulta más fácil. Al trocear la información, se adjudica a cada paquete una especie de etiqueta, o cabecera, que describe los datos imprescindibles para llegar a destino y recomponer el contenido original con los otros fragmentos. El IPv6 perfecciona esa etiqueta y, aunque es más grande que la del IPv4 actual, contiene más datos útiles para evitar el deterioro de la información transferida.

El nuevo récord "demuestra claramente la madurez de los protocolos IPv6", ha dicho Olivier Martin, jefe de las redes externas del CERN y director del programa DataTAG, cuyo objetivo es crear un banco de pruebas intercontinental a gran escala de Grid, con el proyecto DataGrid europeo, varios proyectos nacionales y los equivalentes en EE UU. "Esto es un gran hito hacia nuestra visión dinámica de análisis globalmente distribuidos en experimentos de física de altas energías de la siguiente generación, que generarán colosales cantidades de datos", explica Harvey Newman, físico de Caltech. El CERN lleva adelante una intensa investigación en Grid, porque es una necesidad de computación para el nuevo acelerador de partículas LHC que está construyendo.

Otra de las ventajas de IPv6 es que permite ampliar el número de identificadores IP. Cada ordenador que está en la red en el mundo en un momento determinado tiene un código específico. Consta de cuatro bloques de tres números que van del 0 al 255. Pese a que parece que la cantidad de identificadores diferentes es inmensa, se prevé una escasez debida en gran medida a la imperfecta distribución, y la Red tiene que estar preparada. El nuevo protocolo reestructura este sistema y permite ampliar la cantidad de códigos.

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