Una exposición devuelve a la Seu Vella de Lleida su antiguo esplendor

La conmemoración del 800 aniversario del inicio de las obras de construcción de la Seu Vella de Lleida -principal símbolo arquitectónico y sentimental de la ciudad- tendrá como eje central una exposición extraordinaria que permitirá contemplar en todo su esplendor una parte del rico patrimonio artístico que adornó la antigua catedral hasta 1707, cuando las tropas de Felipe V convirtieron el templo en un recinto militar. Responsables del Departamento de Cultura y de la Fundació La Caixa, entidades organizadoras de la muestra, afirman que el evento se convertirá en un referente cultural de primer orden.

La exposición, titulada Seu Vella. L'esplendor retrobada, se abre hoy hasta el 26 de octubre, en el mismo recinto monumental, una combinación de románico tardío y gótico, y reúne en tres grandes ámbitos temáticos un total de 91 obras que se dispersaron por todo el mundo cuando la monarquía borbónica decretó el cierre y desmantelamiento del templo. Felipe V llegó incluso a ordenar su demolición, aunque no pudo ver cumplido su deseo porque falleció al día siguiente de firmar el decreto.

La exposición, organizada por el Departamento de Cultura de la Generalitat y La Caixa, pretende recuperar parte de aquella grandeza perdida que tanto fascinó a los viajeros románticos de la época. Entre las piezas más valiosas que podrá admirar el público se encuentran dos fragmentos del magnífico retablo de alabastro que presidía el altar mayor, esculpido por Bartomeu de Robió en el siglo XIV. Se trata de la Reprobación de Adán y Eva, que se conserva en el Fine Arts Museum de San Francisco, y una figura del rey mago que se exhibe en el Museo Goya de Castres, en Francia. También gozarán de gran protagonismo dos tapices flamencos, La reina Dido y El hijo pródigo. La segunda obra es una tela del siglo XVI que podrá verse por primera vez después de una laboriosa restauración.

También se exhibirá la lápida conmemorativa de la primera piedra fundacional de la Seu y los yacentes de los sepulcros de la familia Montcada, un linaje muy influyente del siglo XIV. La primera piedra de la Seu Vella se colocó en julio de1 año 1203, aunque el edificio más emblemático de Lleida tardó más de 75 años en levantarse.