Los nacionalistas obtienen en Barcelona el peor resultado desde 1983
La federación nacionalista baja a nueve concejales pese a ganar 11.000 votos
Una sensación de amargura en el presente y de desánimo para afrontar el futuro se apoderó ayer de la sede electoral de Convergència i Unió (CiU) tras conocerse los resultados obtenidos en la ciudad de Barcelona. CiU, que estrenaba candidato en la persona del diputado Xavier Trias, ni siquiera ha podido remontar el desastre de 1999 -pese a ganar 11.000 votos- y ha perdido un concejal en el Ayuntamiento, con lo que su representación se limitará a nueve ediles, la más baja desde 1983.
Los nacionalistas confiaban en Trias para frenar el fuerte descenso iniciado en Barcelona en los anteriores comicios. Pero al final se cumplieron todos los malos augurios que pronosticaban la mayoría de sondeos. Nueve concejales es un triste inicio para la larga andadura municipal de 12 años que se ha marcado Trias. Ayer, el propio alcaldable lo reconoció en su comparencia pública, pasadas las 23.00 horas: "Mi objetivo eran 11". Ni siquiera CiU se benefició del incremento de la participación, que fue de ocho puntos. En 1999, la federación achacó los malos resultados obtenidos por el entonces cabeza de lista, Joaquim Molins -bajó tres concejales y perdió 120.000 votos-, a la alta abstención registrada.
Los dirigentes de CiU no encontraban ayer explicación alguna a este terremoto. Salvo algunas voces aisladas, el aparato nacionalista ha apoyado con firmeza la campaña de Trias, centrada en un programa de carácter catalanista y progresista.
Fuentes de la federación apuntaron que el ambiente en el primer piso del hotel Majestic, donde permanecía reunida la dirección de CiU siguiendo el escrutinio, era desolador, aunque en su comparecencia pública el tridente (Jordi Pujol, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida) se conjuró para disimularlo.
Similar ambiente se respiraba entre el centenar de militantes convergentes reunidos en un salón del mismo hotel. No había motivos para la alegría. Quizá la única que se permitieron los militantes nacionalistas fue el significativo descenso en número de concejales de los socialistas, sus principales rivales.
A pesar de este sinsabor, los dirigentes de CiU se esforzaron en minimizar los malos resultados obtenidos. Ya habrá tiempo para analizarlos. Pero nadie escondía ayer que Trias ha sido el quinto candidato, desde las primeras elecciones de 1979, a quien CiU encarga la titánica tarea de conquistar la ciudad de Barcelona. De nuevo, los nacionalistas han vuelto a fracasar en su intento de arrebatar el consistorio a los socialistas. La federación tan sólo pudo endulzar su derrota con el descenso que han padecido los socialistas y acortar la distancia en número de concejales. Aunque también el PP ya les va pisando los talones.No todo fueron malos resultados en Barcelona. Hay cifras para la esperanza. CiU obtuvo 11.000 votos más que en 1999 y gana en tres distritos: el Eixample, Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi, cuando en las anteriores elecciones sólo obtuvieron este último. Y en Gràcia la federación se quedó a 300 votos de los socialistas. Xavier Trias advirtió ayer de que hará la "vida difícil" a los socialistas y a sus socios si no realizan políticas "catalanistas y de progreso". El candidato se comprometió además a "trabajar" por Barcelona y a permanecer tres mandatos en el Ayuntamiento.
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