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Reportaje:

Edificios sociales con historia

Bienestar Social y entidades privadas emplean inmuebles rehabilitados para residencias de mayores, albergues u oficinas

A finales del siglo XVIII Francisco Martínez de la Raga y Faus levantó en la calle Baja de Valencia un palacete que sirvió de residencia familiar hasta finales del siglo XIX. En el jardín trasero, entre las diversas especies que poblaban el solar, el que fue señor de Callosa hasta 1761

encontró un hueco para un Ficus macrophylla que le regaló Antonio José Cavanilles, el conocido botánico valenciano de la Ilustración, amigo del noble valenciano. Ahora esta enorme planta -de la misma edad que el hermano que tiene en el patio del Palau de Benicarló, sede de las Cortes valencianas, ya que Cavanilles regaló los dos ejemplares en la misma fecha- se observa fácilmente desde la calle Santo Tomás. Aunque más fácil lo tienen los actuales residentes del edificio, unos 80 mayores que ocupan las estancias de este edificio remodelado que en 1998 abrió sus puertas como residencia de la tercera edad de la consejería de Bienestar Social.

El ficus del Palau de Raga es 'hermano' del que está en el patio del Palau de Benicarló
En el solar que ocupa el albergue juvenil de La Florida se levantaba una prisión

Entre el tiempo que fue casa señorial de los Martínez de la Raga y Faus y la ocupación actual del edificio, el inmueble perteneció a los marqueses de González Quirós, quienes lo adquirieron a finales del siglo XIX, y más tarde pasó a manos de las monjas teresianas, que hizo del edificio un colegio a partir del año 1943. Décadas más tarde, las religiosas abandonaron el recinto por instalaciones más modernas, y el recinto cayó en el olvido hasta que en 1998 abrió sus puertas convertido en una residencia de la tercera edad.

El Palacio de Raga es uno más de los edificios históricos que tras ser empleados para las más diversas finalidades han acabado en centros vinculados a los servicios sociales, ya sea a través de la Administración o de empresas privadas.

Otro de los inmuebles con más de un siglo a sus espaldas es el antiguo Hospital Civil Oliver de Alcoi, fundado el 1 de julio de 1877 gracias a la donación del empresario Agustín Oliver Doménech. Al morir, en septiembre de 1866, este industrial destinó parte de su herencia a la construcción de un hospital, ante la falta de condiciones que tenía el anterior centro.La obra costó 1,2 millones de pesetas, entre el solar y la construcción del edificio y pasó a titularidad municipal. Con el cambio de siglo, albergó un gabinete de electroterapia y rayos X el año 1907, la Clínica gratuita de enfermedades del corazón en 1919 y un pabellón antituberculoso en 1934. En breve, el edificio será una de las residencias para mayores del concurso impulsado por Bienestar Social para elevar el déficit de plazas en la Comunidad Valenciana.

Entre los centros rehabilitados o en proceso de adecuación están también edificios de origen fabril, como el actual albergue juvenil de Morella. Este recinto, con capacidad para 60 plazas, ocupa la residencia de los antiguos trabajadores de la fábrica textil Giner, un gran complejo manufacturero de tejidos e hilaturas de lana que abrió sus puertas en 1870 y las cerró en 1926 -lo que provocó una elevada inmigración de obreros especializados a las fábricas textiles de Sabadell y Terrassa- debido a la fuerte competencia de la algodón, las dificultades económicas derivadas del alto coste del carbón y la falta de estructura ferroviaria.

También hay residencias juveniles con pasado militar, como la de la Mare de Déu del Lledó, de Castellón, que ocupa uno de los pabellones militares del antiguo cuartel de San Francisco; o incluso de pasado más oscuro. Entre éstas, la residencia universitaria y albergue juvenil La Florida de Alicante, en cuyo solar se erigió una prisión entre 1920 y 1940, y en cuyos muros fue fusilado José Antonio Primo de Rivera. A partir de 1940, el inmueble fue ocupado por un grupo de monjes franciscanos que se encargaron de su mantenimiento hasta 1953, fecha a partir de la cual funcionó como colegio menor. En 1987 se derribó el edificio y se contruyó uno nuevo que contiene las dependencias actuales.

La sede actual de la Consejería de Bienestar Social ocupa también un edificio que originariamente fue una clínica de maternidad, construida por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia sobre unos solares donados con la condición de ser empleados para fines benéficos.

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