El responsable del plan de heroína holandés insta al Gobierno español a vencer el temor a este programa

El responsable del Comité Central del Holanda para el Tratamiento de Adictos a la Heroína, Win van der Brink, expuso ayer en Granada los resultados "positivos" del programa de prescripción de esta sustancia llevado a cabo en los Países Bajos e instó al Gobierno español a vencer los temores sobre ensayos como el que se acaba de poner en marcha en Andalucía.

El científico holandés recordó que el Gobierno central ya ha dado un primer paso al solicitar el permiso al Consejo Internacional de Control de Narcóticos para la importación de la heroína destinada al desarrollo del programa de dispensación en Andalucía. No obstante, explicó que el "desconocimiento" de este tipo de experiencias provoca las reticencias de gobiernos como el español, que ha tardado años en permitir a la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta el inicio del ensayo.

"Aunque la mentalidad respecto a las drogas sea diferente en este país y en Holanda, allí tampoco fue fácil desarrollar este proyecto. Hubo un debate ardiente porque muchas personas confundían el programa con la legalización de las drogas duras", expuso ayer Van der Brink. El experto incidió en que esta dispensación de heroína es sólo un tratamiento médico para personas desahuciadas.

"Para los gobiernos, el temor es que todos los heroinómanos quieran entrar en el programa, pero cuando se hace bien, la afluencia no es masiva porque ellos no lo consideran un paraíso", declaró ayer el científico holandés.

El programa de prescripción médica de heroína llevado a cabo en los Países Bajos durante tres años ha sido considerado un "éxito" por las autoridades sanitarias. El 72% de los pacientes que participaron en el plan llegaron hasta el final al cabo de 12 meses. Van der Brink explicó que la mayor parte de ellos experimentaron mejoras importantes en distintos aspectos. "Físicamente, los pacientes consiguieron un aspecto más saludable y se mostraban más esperanzados psicológicamente". En el ámbito de la integración social, "disminuyó el índice de criminalidad y aumentó la inserción laboral".

El Plan Experimental de Prescripción de Estupefacientes (Pepsa) que se va a poner en marcha en Granada está a punto de finalizar la fase de selección de pacientes, una de las más delicadas de este tipo de iniciativas, según advirtió el científico holandés. Cada semana comenzarán a incorporarse al ensayo una decena de personas de las 80 que ya hay seleccionadas y otras 40 que aún deben ser estudiadas para incluirlas en el experimento.

Van der Brink advirtió ayer a los responsables del programa andaluz que la experiencia de Holanda ha puesto de relieve la necesidad de dar más apoyo psicosocial a los pacientes, ya que es éste el aspecto en el que se ha notado un cambio más importante de los pacientes.