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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Vuelta a la normalidad

El mundo del petróleo va volviendo al orden; aunque a un orden diferente. La Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) decidió ayer en Viena reducir en dos millones de barriles diarios su producción real, aunque elevando el techo oficial a 25,4 millones, lo que deja un espacio al retorno de las exportaciones iraquíes. El final de la guerra en Irak y de la etapa invernal en el hemisferio norte, junto con la recuperación de la producción en Venezuela y Nigeria, ha llevado a la OPEP no sólo a compensar el incremento de cuotas decidido el pasado 12 de enero (1,5 millones de barriles diarios), sino a tratar de recortar en mayor medida la producción diaria de petróleo (otro medio millón) para evitar una caída de los precios. La producción ha excedido en más de dos millones los techos establecidos entonces, la mayor parte a cargo de Arabia Saudí, para compensar esas crisis.

La decisión adoptada por la OPEP, en un contexto de debilidad económica, no debería presionar al alza el precio del barril, que debería mantenerse en los próximos meses en torno a los 25 dólares, dentro de la horquilla de 22 a 28 dólares deseada por la OPEP. Ayer, de hecho, se situó en el punto más bajo de los últimos cinco meses. Cuando Irak vuelva a exportar petróleo los precios pueden bajar aún más, provocando una reacción de los productores.

De todas formas, la OPEP tiene cada día menos poder efectivo. Hay más productores fuera del cartel y la dependencia del crudo se ha reducido. Además, Irak, un miembro fundador de este club y ausente ayer de la reunión ministerial en Viena, ha pasado a ser controlado por Estados Unidos, que podría fomentar la privatización de esta industria, nacionalizada en 1972-1974. El petróleo iraquí ha vuelto a bombear en el sur, y las fuerzas norteamericanas anunciaron que en dos días lo harán en el norte del país. De momento, es un petróleo destinado sólo al consumo interno, dadas las urgentes necesidades existentes. La reanudación de las exportaciones depende, además, de que se cree el adecuado marco legal y se constituya una autoridad política reconocida por la comunidad internacional. Como potencias ocupantes, EE UU y el Reino Unido no pueden decidir contratos sobre la explotación de estas riquezas del subsuelo iraquí.

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La prórroga, al menos hasta el 3 de junio, decidida ayer por unanimidad del Consejo de Seguridad del programa Petróleo por Alimentos puede servir para paliar estas carencias. Un 60% de la población iraquí vive de estos fondos, controlados por una organismo de la ONU sin precedentes, que cuenta con unas reservas de 13.000 millones de dólares vitales para los próximos meses.

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