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Los desplazamientos de camiones y furgonetas por las calles de Barcelona aumentan un 10%

El parque de vehículos de reparto se ha incrementado en un 14,5% en cuatro años

El incremento del tráfico barcelonés ha sido del 2% en los años que van de 1999 a 2002. En el mismo periodo, los desplazamientos efectuados por camiones y furgonetas han crecido en un 10%. Este hecho ha obligado a replantear la distribución de las calles y los espacios de aparcamiento, carga y descarga. La ciudad tenía 6.648 plazas para esta actividad en 1998, al terminar 2002 disponía de 8.432. El consistorio se aplicó a liberar estos espacios, ocupados con frecuencia por turismos. Reducir el uso del coche privado es uno de los ejes de la política municipal.

El cuarto año del pacto de movilidad se ha saldado con un reconocimiento amplio de sus miembros a los logros obtenidos, lo cual no quita para que algunas asociaciones sigan con demandas insatisfechas. Pero, en general, el modelo del acuerdo entre intereses contrapuestos ha resultado provechoso. Porque contrapuestos son los intereses de los usuarios del transporte público (han aumentado un 12%) y los del transporte privado (han crecido mucho menos: el 2,29%). En la ciudad se realizan ahora más desplazamientos que hace cuatro años, pero el espacio es el mismo. Esto ha llevado al Ayuntamiento a definir una "red básica" de calles, que son las que soportan mayor número de movimientos. Representan el 28% de la superficie viaria de Barcelona, pero son utilizadas para el 80% de los desplazamientos.

Lo que más ha crecido es el movimiento de los transportes relacionados con el comercio: la carga y la descarga.

Análisis del periodo

En 1999 se realizaron diariamente 403.500 movimientos de este tipo. De ellos, 162.500 eran internos, es decir, con origen y destino en la propia ciudad, y el resto (241.000) eran vehículos que entraban o salían de Barcelona. Cuatro años después, ambas cifras han crecido. Los movimientos internos han aumentado en un 11,19% y han pasado a ser 182.985; los de acceso o salida se han convertido en 262.210, lo cual supone un incremento del 8,09%. El total de desplazamientos roza un aumento del 10% (9,37%).

Los datos facilitados ayer en la reunión anual del pacto de movilidad sirvieron para analizar estos datos, en general centrados en el periodo del acuerdo (1998-2002). En estos años, el parque de camiones y furgonetas ha crecido el 14,5%, pero si se analiza sólo el periodo comprendido entre 1997 y 2001, los incrementos son espectaculares: 28,5% en el número de camiones y 20,4% en el de furgonetas.

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La respuesta a los problemas planteados por el nuevo sistema de distribución tanto a minoristas como a particulares (al crecer las compras por vía telemática, con transporte puerta a puerta) ha sido casi fulminante: un aumento de las zonas de carga y descarga, que han pasado de 6.648 a 8.432. Una decisión acompañada de la limitación horaria de estacionamiento en estas zonas y de una campaña de sanciones contra los turismos que ocupen estos espacios. Las nuevas plazas han salido, en parte, de los chaflanes y en parte de los carriles multiuso (destinados a carga, aparcamiento o circulación, en función de la hora).

En este mismo periodo, se han eliminado 10.000 plazas de aparcamiento de coche en la calzada, pero las de moto han pasado de las 3.390 que había en 1998 a 12.317.

Las motos representan el 15% de los desplazamientos en la ciudad. El número de motos ha aumentado notablemente (3,38%) y ha sido superior en las motos que en los ciclomotores. En cambio, han bajado los turismos: el 2,2%, lo cual equivale a 13.763 vehículos menos.

También ha aumentado el uso de la bicicleta. Los días laborables, 30.248 personas utilizan este transporte, frente a las 24.923 que lo hacían en 1999. Esto supone un incremento del 17,6%. El municipio ha creado 457 nuevas plazas subterráneas de aparcamiento para bicicletas y piensa abordar un plan para incrementarlas y para luchar contra el robo de estos vehículos.

Algunas quejas

Las intervenciones de los miembros del pacto para la movilidad fueron, en general, de satisfacción. La más crítica fue la de la representante de la Federación de Asociaciones de Vecinos. Aseguró que en Barcelona hay una contaminación excesiva, y mucho ruido. Reclamó la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora, exigió que se haga respetar el carril para autobuses, ocupado perpetuamente por coches estacionados, y puso como ejemplo de todos los males la plaza de les Glòries. Y recordó que los defensores del coche privado lo tienen crudo: son el 30% y ocupan el 70% del espacio.

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