_
_
_
_
_

La mujer tiroteada por 'el asesino del naipe' muere tras pasar 44 horas en coma

El asesino del naipe se ha cobrado su sexta víctima. Doina Magda, la mujer que fue tiroteada junto con su esposo en un camino de tierra en el municipio madrileño de Arganda del Rey, murió ayer tras permanecer más de 44 horas en estado crítico. La mujer recibió un disparo en la cabeza y otro en el brazo izquierdo. Mientras, la policía continúa sus investigaciones. Ayer comenzó a preguntar a cartománticos el significado de las cartas dejadas por el asesino.

Doina Magda falleció sobre las 17.00. No pudo superar las graves lesiones que le produjo el asesino del naipe, ya que los disparos fueron efectuados a corta distancia con un arma de gran potencia. Los análisis de balística han demostrado que el homicida en serie ha utilizado en sus cinco actos criminales la misma pistola, del calibre 7,62 milímetros, y munición de la marca Tokarev. Esta misma munición ha sido la recuperada en la escena del doble asesinato del pasado martes en Arganda del Rey, en el que acabó con la vida del matrimonio de inmigrantes búlgaros George y Diona Magda, según fuentes de la investigación.

Más información
Interior distribuye el retrato-robot del presunto 'asesino del naipe'

La policía cree que el homicida en serie emplea guantes gruesos para impedir que los casquillos salgan desperdigados y dejar huellas a los investigadores. Según esa hipótesis, detiene con la mano la trayectoria del casquillo, que cae a sus pies, de forma que puede recogerlo y esconderlo.

Con este fallecimiento, son ya seis las víctimas del asesino del naipe -el número de homicidios en Madrid se eleva a 29 en lo que va de año-. El primer crimen lo cometió el 24 de enero, cuando asesinó al portero de un inmueble, Juan Francisco Ledesma, de 50 años. Después ha matado a un empleado de limpieza del aeropuerto de Barajas; al hijo de la dueña de un bar y a una clienta del mismo, en Alcalá de Henares, y al matrimonio de Arganda.

Fuentes de la investigación confirmaron que las dos cartas (el tres y el cuatro de copas) que dejó colocadas el martes son de la misma colección que la del primer asesinato firmado por este criminal: el de un empleado de Barajas, el pasado 5 de febrero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_