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16 grandes edificios integrarán la futura Ciudad de la Justicia

El campus ocupará 260.000 metros cuadrados entre las carreteras de Burgos y Colmenar

La Ciudad de la Justicia de Madrid, que pretende acabar con la dispersión de sedes judiciales (ahora mismo hay 15 en la capital), dispondrá de 16 edificios y se levantará sobre un solar de 200.000 metros cuadrados situado en la prolongación de la Castellana, entre las carreteras de Burgos y Colmenar Viejo, según avanzó ayer la consejera de Justicia, Paz González. El proyecto de Ciudad Judicial, que será realidad en 2007, incluye la creación de una sala de vistas para cada juzgado (el doble de las actuales), y las víctimas, testigos y acusados dispondrán de espacios propios.

La consejera Paz González trazó ayer las líneas básicas de lo que será la futura Ciudad de la Justicia, cuyo proyecto arquitectónico exhibirá en breve el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón. Sus 16 edificios, que albergarán a todos los órganos judiciales de Madrid, salvo los tribunales Supremo y Constitucional, estarán distribuidos por una superficie total de 260.000 metros cuadrados. Esto supone ampliar en un 63% el espacio que actualmente ocupan tales órganos. Sobre rasante estarán 200.000 de los 260.000 metros cuadrados diseñados, y en ellos quedarán ubicadas las unidades judiciales y los inmuebles destinados a servicios comunes: juzgados de guardia, clínica médico-forense, servicios de control de accesos, los nueve inmuebles correspondientes a cada jurisdicción, servicios de seguridad y custodia, la sede de la fiscalía y los servicios centrales de la oficina judicial, así como la sede de los servicios de documentación. Los 60.000 metros cuadrados restantes estarán bajo rasante y se destinarán a las zonas de estacionamiento de vehículos, así como a las zonas de archivo de asuntos y de seguridad (los calabozos).

Testigos y acusados

La consejera puso énfasis en que la Ciudad de la Justicia dispondrá de espacios suficientes para evitar un problema que hoy se da en los juzgados y que ha sido muy criticado: la mezcla de testigos, acusados y víctimas en un mismo pasillo, con el consiguiente amedrentamiento de unos sobre otros mientras son llamados por los jueces para ser interrogados. Esto no ocurrirá en la futura Ciudad Judicial, puesto que cada sala de vistas dispondrá de habitaciones adyacentes y diferenciadas para evitar que se mezclen acusados, víctimas y testigos.

Los testigos protegidos y las víctimas de violaciones declaran ahora detrás de mamparas que se colocan en las salas de vistas. Cuando funcione la Ciudad Judicial, declararán ocultos detrás de una barrera física que les separará del acusado o acusados, según el Gobierno regional.

El proyecto recoge también que las salas de vistas tengan una superficie media de 60 o 65 metros cuadrados, y además estarán provistas de un acceso diferenciado para el público, abogados, jueces y magistrados.

Otras dependencias que incluye el proyecto son las salas de incomunicación de testigos y las salas de vistas habilitadas para juicios con jurado. La consejera González resaltó que el proyecto de Ciudad Judicial considera imprescindible una sala por cada órgano judicial de primera instancia o instrucción. Ahora, lo habitual es que cada dos juzgados compartan una misma sala de vistas y que los jueces se turnen para su uso, lo que alimenta los retrasos en la celebración de juicios.

En lo que se refiere a los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, éstos dispondrán de una sala adecuada para la práctica de diligencias por videoconferencia, lo que permitirá al juez, desde su despacho, ver al preso y dialogar con él a través de videoconferencia. Y es que todas las instalaciones del futuro campus judicial estarán adaptadas para el uso de las nuevas tecnologías; entre ellas, habrá circuitos cerrados de televisión.

Respecto a los juicios con jurado, la consejera explicó que la Ciudad Judicial contará con suficientes salas de vistas, al menos cuatro, para evitar las actuales demoras. Estos juicios se celebran ahora en la Audiencia de Madrid, que sólo dispone de tres salas. Dado que los juicios con jurado están en auge (el año pasado se celebraron en torno al centenar), los jueces se ven obligados a pedir alguna de las salas existentes con meses de antelación. La lista de espera llegaba a los seis meses. La consejera apuntó también que las futuras salas dispondrán de espacios adecuados para el jurado y para que los medios de comunicación cubran los juicios.

Parón en la fiscalía por la informática

Funcionarios de la Fiscalía de Madrid no utilizaron ayer el sistema informático con el que habitualmente realizan su labor, en protesta por los problemas de lentitud que el mismo presenta. La protesta se desarrolló en todos los destacamentos adscritos a los 19 partidos judiciales de la región, según fuentes de la fiscalía.

Los funcionarios se quejan de que la excesiva lentitud de las aplicaciones informáticas de que disponen les causa "un gran estrés", puesto que entorpece y ralentiza su trabajo. Y aseguran que han elevado este problema en reiteradas ocasiones, primero al Ministerio de Justicia y luego a la Comunidad de Madrid, pero que "nadie les ha hecho caso", explican.

Al no usar los ordenadores, los funcionarios dejaron ayer de registrar las causas pendientes y las nuevas que entraron. "Esta situación en nada ayuda a la celebración de los nuevos juicios rápidos que se avecinan", indicaron ayer fuentes de la fiscalía madrileña.

Un portavoz de la Consejería de Justicia explicó que este departamento tiene en marcha un plan integral informático que permitirá interconectar todos los órganos judiciales de la Comunidad de Madrid. El plan incluye una inversión de 30 millones de euros y prevé que a lo largo de 2003 se instale una red de banda ancha y alta velocidad en el sistema informático judicial.

Por otro lado, Justicia iniciará el próximo día 22 el traslado de los 23 juzgados penales de Madrid a su nueva sede de la calle de Julián Camarillo, a un edificio anejo a la nueva sede de Menores (inaugurada hace apenas un mes). Jueces y fiscales ya han expresado su rechazo al traslado, al entender que la jurisdicción penal debe estar unida y nunca dispersa. El traslado obedece, según Justicia, a la necesidad de habilitar espacio en la plaza de Castilla para ubicar los cuatro nuevos juzgados de instrucción previstos para los juicios rápidos.

Pedro Martínez, teniente fiscal de Madrid, señaló ayer: "El traslado es la peor de las opciones posibles para el servicio público de la justicia. Al atomizar la justicia penal y desdoblar la fiscalía, es imposible que podamos garantizar la presencia del fiscal en todos los servicios donde es requerido".

Antes que dividir la fiscalía, opina Martínez, habría sido preferible reubicar la sede que la fiscalía tiene en la plaza de Castilla en otro edificio cercano y crear los nuevos juzgados en el hueco dejado por aquélla.

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