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FÚTBOL | La jornada de Liga

Catanha manda a Pernía al hospital de un puñetazo

Iba Pernía charlando con Berizzo camino de los vestuarios cuando, de repente, le derribó el puño de Catanha. Así, sin más explicaciones, como lo demuestra el que el delantero del Celta se escapara de Balaídos sin hablar con ningún periodista.

Alguna discusión tuvieron en el campo, poca cosa. Con el partido terminado, Cata-nha y Pernía se engancharon en un primer roce. Todo parecía acabado cuando, a las puertas de la caseta, el céltico enfiló por detrás al recreativista y le propinó un certero gancho en el ojo izquierdo. Pernía, que no descarta la presentación de una denuncia en comisaría, fue trasladado al hospital.

Desde la grada sólo se pudo ver el enfrentamiento de Pernía con Vagner y cómo Catanha se metía en medio. El delantero puso la mano en la cara del defensa y éste le repelió con un pequeño manotazo. Les separaron y cada uno se fue por su lado.

El agredido calificó la actitud de su agresor de "traición". "Estaba hablando con Berizzo y sentí un golpe muy grande que me derribó. Catanha me saltó por encima y salió corriendo. Fue un golpe traicionero", relató el lateral del Recre, que aseguró tener leves problemas de visión: "Me preocupa el ojo porque veo muy borroso. Como no mejore, le denunciaré ante la policía".

Ningún jugador del Celta quiso hablar del incidente. Sí lo hicieron los compañeros de Pernía: un fuerte puñetazo para el que pidieron una dura sanción.

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