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Fomento asegura que el AVE Madrid-Lleida funcionará la segunda semana de marzo

La nueva infraestructura tenía que haberse inaugurado a principios de diciembre

Benigno Blanco, secretario de Estado de Infraestructuras, anunció ayer que la línea ferroviaria del AVE entre Madrid y Lleida comenzará a funcionar comercialmente la segunda semana de marzo. Blanco añadió que el día de la inauguración oficial depende ya sólo de las agendas de las autoridades y los altos cargos que quieren estar presentes en el acto. El Ministerio de Fomento preveía inaugurar la línea en diciembre; después, ante el retraso que acumulan las obras, se pospuso a enero; más tarde, a febrero, y ahora, a mediados de marzo.

Fomento planeó la inauguración del tramo Madrid-Zaragoza-Lleida como una plataforma propagandística de los logros del PP. Los retrasos y las premuras han levantado fuertes críticas en sectores políticos y empresariales catalanes, que han llegado a calificar de "burla" el hecho de que Fomento pensara abrir la línea con pocos trenes y una velocidad de 200 kilómetros por hora.

Renfe ha organizado una serie de viajes promocionales de la línea del AVE, que se realizarán del 24 de febrero al 7 de marzo, para presentar el servicio a determinados grupos sociales, como personal de hostelería y turismo y sectores empresariales, quienes, previa invitación, viajarán de Madrid a Lleida y en sentido inverso, con paradas en Guadalajara-Yebes, Calatayud y Zaragoza-Delicias.

La nueva línea de alta velocidad estará servida por trenes AVE y Altaria, que actualmente circulan por las vías españolas y que, en esta primera fase de explotación, irán a una velocidad media de 200 kilómetros. La duración del viaje entre Madrid y Lleida será de 2 horas y 35 minutos. En la segunda fase, cuando por la línea circulen trenes Talgo de alta velocidad y aquélla llegue a Barcelona, la velocidad comercial será de 300 kilómetros por hora, y la duración del viaje entre Madrid y Lleida, de dos horas escasas. El precio de este trayecto en la primera fase será de 59 euros. Cuando los trenes vayan a 300 kilómetros por hora, el precio aumentará.

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