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Más de 500 opositores al trasvase abuchean a Pujol en Alcanar

La precampaña electoral calienta los ánimos en las comarcas del Ebro

Si Josep Piqué fue recibido el sábado en Tortosa con gritos de "ladrón", ayer en Alcanar (Montsià) el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, no se salvó de la ira de los movimientos antitrasvase del Ebro y medio millar de personas le recibieron con una sonora pitada e increpaciones de "traidor". El airado recibimiento no hizo mella en Pujol, que ante más de 600 simpatizantes de CiU defendió una vez más las bondades del Plan Hidrológico.

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Pujol se desplazó al Montsià para presidir el acto de presentación de los candidatos de CiU a las alcaldías en la comarca. El presidente catalán no podía encontrar mejor marco para repetir los logros conseguidos por Convergència i Unió para garantizar el futuro del delta del Ebro y la oportunidad que, a su juicio, suponen las inversiones derivadas del Plan Hidrológico Nacional (PHN) para que la zona "dé un salto adelante importante y poderoso".

La visita del ministro Josep Piqué el sábado a Tortosa sirvió de acicate a los miembros de la Plataforma en Defensa del Ebro, que consiguieron doblar su número para la visita de Pujol. Y a más antitrasvasistas, mayor presencia de fuerzas de seguridad. El medio millar de manifestantes se encontraron, frente al centro cívico de Alcanar, contenidos por vallas y por agentes de la Guardia Civil.

No parecieron suficientes. Media hora más tarde llegaron los refuerzos de una treintena de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, recibidos por los manifestando con cantos a favor de la Guardia Civil y defendiendo a voces un inmediato incremento de su sueldo, mucho menor que el de la policía catalana.

Pero los irónicos cantos se transformaron en indignación creciente ante la imagen de unos mossos pertrechados con casco, porras y escudos -que vaticinaban la inmediata llegada de Jordi Pujol- frente a unos guardias civiles de uniforme. Los ánimos se encresparon y volvieron a estallar las increpaciones de "traidores" y "vendidos".

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Y en esos momentos apareció el coche oficial del presidente catalán. Una piedra y montones de sal, como símbolo del denunciado proceso de degradación del delta, impactaron contra el vehículo. Con Jordi Pujol y todos los cargos de CiU a buen recaudo en el centro cívico de Alcanar, la plataforma dio por disuelta la manifestación.

El portavoz de la plataforma, Àngel Aznar, criticó la numerosa presencia policial y afirmó refiriéndose a los próximos meses de contienda electoral: "Defenderemos cívicamente nuestras ideas, porque no estamos dispuestos a aceptar esta barbarie ecológica".

La plataforma ha convocado para el próximo sábado en Amposta una jornada en la que se analizará la creación del Consorcio para el Plan Integral del Delta del Ebro (CPIDE), un organismo incluido en el PHN encargado de gestionar los recursos e infrestructuras previstos en la ley. También se convocará una manifestación frente a la sede del organismo.

La Plataforma en Defensa del Ebro estudiará el próximo mes de febrero su posición política con vistas a las próximas elecciones municipales y autonómicas. Aunque en principio no inclinarán su voto por ninguna de las fuerzas políticas, sí reclamarán que se vete a Convergència i Unió y al Partido Popular, porque ambos votaron a favor del Plan Hidrológico.

Pese a las reiteradas muestras en contra del trasvase del Ebro, en su intervención ante más de 600 simpatizantes nacionalistas Jordi Pujol utilizó argumentos similares a los de Josep Piqué la víspera, al aludir al sentimiento que produce el agua -"casi mágico", dijo- y a la necesaria dosis de racionalidad que necesita este debate para "saber lo que hay que hacer para estas comarcas que han padecido una situación de freno de 150 años, de la que están saliendo".

Defensa del PHN

El líder convergente aseguró que su partido nunca hubiera aprobado una ley "que fuera perjudicial para estas comarcas" y recordó que las enmiendas de CiU al Plan Hidrológico suponen asegurar un caudal mínimo en el Ebro, la pervivencia del delta y la no extracción de agua de mayo a octubre. "Si eso no se cumple, yo seré el primero en ponerme al frente de la manifestación", sentenció.

Pujol se mostró paternalista con la plataforma -"porque el sentimiento se desborda"-, pero al tiempo condenó la actitud de los socialistas, "que tienen otros motivos" para secundar protestas. Con el objetivo de frenar el creciente deterioro político que CiU sufre en la zona y evitar que ello repercuta en las próximas elecciones municipales y autonómicas, el dirigente nacionalista llamó a los dirigentes de su formación en las comarcas del Ebro a que "pongan el cuello y a correr el riesgo de la impopularidad" y lideren la voluntad de cambio en la zona. Pujol alentó a los candidatos a trabajar electoralmente en cada una de las 11 poblaciones del Montsià en las que CiU ha cerrado listas.

El presidente de la federación nacionalista aseguró: "CiU cree en el proyecto para las tierras del Ebro, con un programa basado en que Cataluña es nuestra prioridad y en que en Cataluña, primero, las personas". A este respecto, Pujol explicó que no pretende hacer de Cataluña, "con esto de la multiculturalidad que dicen algunos, una samfaina, una mezcla extraña, sin una columna vertebral, sin una identidad traducida en lengua, cultura y tradiciones".

En un tono claramente electoral, Pujol destacó: "Pese a las protestas, las tensiones y la presión, ahora más que nunca tenemos que luchar por las candidaturas de CiU, porque si hasta ahora aguantamos es por nuestras convicciones, basadas en hechos y en estudios, de que nuestras políticas son buenas para las tierras del Ebro".

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