"Mi problema no es el dinero, sino la felicidad"

Pregunta. ¿Ha dicho que su nuevo disco, Testify, es pop para adultos?

Respuesta. No lo he dicho, pero está bien. Comparado con Tarzán sí es para adultos.

P. A los 12 años recibió su primera batería. ¿Quiénes tuvieron que mudarse de casa: ustedes o sus vecinos?

R. Empecé tocando en el comedor, todos los días. Pero cada vez lo hacía más alto y más fuerte. Hasta que llamaron a la policía.

P. He leído que se define como "ese tipo simpático". ¿Es para tanto?

R. No, no, no [ríe]. Fue la prensa inglesa la que me colocó la etiqueta de buen chico, porque soy amable con los medios. De hecho, una vez le preguntaron a mi madre y dijo que yo podía ser bueno, pero también muy malo.

P. ¿Cuándo ha sido más malo?

R. Tenga en cuenta que mi madre puede leerlo... Alguna vez he saltado los dientes a alguno de mis amigos, que me estaba fastidiando. O he perseguido a un fotógrafo en Nueva York porque estaba molestando a mi familia.

P. Está considerado como uno de los mejores baterías de la historia del rock. ¿Lo es?

R. No tengo problema en reconocerlo.

P. Explorando nuevos caminos, le salió la banda sonora del Tarzán de Disney. ¿Qué envidia de Tarzán?

R. El cuerpo, el pelo. Nunca me hubiera comparado con Tarzán, pero lo que me gustaba de él es que se intentaba preocupar siempre por los demás.

P. Para ensayar este filme se puso bastante en taparrabos. ¿Cómo le sienta?

R. ¿Qué periódicos ha leído usted? Ojalá tuviera un cuerpo que me lo permitiera. Los tiempos en que me quitaba la camiseta están muy, muy lejos.

P. Metidos en junglas, tarzanes y monos, ¿usted sería más King Kong que Chita, dado su tamaño artístico?

R. Siempre me encantó King Kong, aunque me daba mucha pena cuando la chica estaba en su mano. Pero qué iba a hacer con ella, si era tan grande.

P. ¿Ha tenido en la mano algo demasiado grande para usted?

R. ¿Quiere decir que si he tenido alguna experiencia sexual con monos?

P. No pretendía ir tan lejos, pero ya que lo dice...

R. En cualquier caso, la respuesta es negativa [risas]. Pensaba que igual lo había leído usted en algún sitio.

P. Le preguntaba qué es lo más grande que ha tenido usted en la mano.

R. Mi cuenta bancaria.

P. ¿Cuál es su selva?

R. Cada vez que saco un disco nuevo, porque escribir canciones y componerlas es algo muy bonito, pero en el momento en que las publicas todos te pueden destrozar. Y luego, todos repiten y publican cosas que nunca he dicho.

P. Siempre se ha interesado en temas sociales y políticos. ¿Sigue en esa línea?

R.Yo no me considero político. Y me molesta mucho de los políticos el que, dependiendo de dónde esté cada uno, dicen A o B. Lo único que pido es que me digan la verdad.

P. ¿No le gusta ningún político, con ejemplares como Tony Blair, Sharon o Bush?

R. No es que no me gusten. Es que no me dicen la verdad, y eso me molesta.

P. ¿Sabe quién es José María Aznar?

R. No.

P. ¿Eso de ser teniente de la Orden Victoriana es importante?

R. Yo soy inglés, y para mí es un honor que mi país me haga este reconocimiento, aunque creo que fue porque yo hacía beneficencia.

P. "No soy como Sting, quien, de vez en cuando, sale en la MTV tratando de aparecer más joven de lo que es". ¿Y ese cuerno a un compañero?

R. Me gusta Sting, es amigo mío y no quiero meterme con él. Pero creo que a veces se pasa un pelín intentando estar joven. Y su mujer, también, y encima no lo logra.

P. ¿Le preocuparía que un mayordomo suyo fuera tan cotilla como el de Lady Di?

R. Por supuesto que me preocuparía. Pero cuido mucho de quién me rodeo. En mi caso, es gente muy leal, y yo no tengo nada que esconder.

P. Dice que se fue a vivir a Suiza por amor, y no por razones fiscales. Entrañable.

R. Puede usted pensar lo que quiera. Pero yo me enamoré de una mujer que vivía allí y me fui a Suiza. He pagado millones de libras en tasas. Tengo dinero y las podría volver a pagar. El dinero no es mi problema. Mi problema es la felicidad.

P. ¿Echa de menos Génesis, o sigue prefiriendo el placer solitario?

R. [Ríe]. No echo de menos Génesis. Estuve 25 años. Y lo raro, cuando dejas una banda, sería volver a vivir con tres o cuatro hombres de tu edad.