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El 'comeniños' no cosechó grandes críticas y tampoco mucha audiencia

El documental que ayer pudieron ver los británicos en el Channel 4 en el que un artista chino comía un bebé muerto no tuvo una gran audiencia y tampoco muchas críticas. Unos 900.000 espectadores vieron la anunciada emisión en la que aparecían fotos fijas de Zhu Yu, un representante del llamado arte extremo de China, dando bocados al bebé muerto y en la que otro artista de la misma corriente bebía vino en el que había macerado un pene.

Una serie de policías, Beverly Hills Cop II, superó el número de espectadores del comeniños con 3,4 millones de seguidores. Sólo unas 65 personas llamaron para quejarse del documental, que se emitió a las 23.00. La Embajada China en Londres condenó las prácticas de su compatriota, cuyo arte ya fue ofrecido en China en 2000.

Los responsables de la cadena privada británica defendieron el programa. "Merece la pena comprender por qué China está produciendo el arte más oscuro del mundo", dijo el presentador.

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