_
_
_
_
_

Ecologistas en Acción critica la saturación de la planta de lodo de Calles y las fugas en el vertedero de Chelva

La asociación Ecologistas en Acción denunció ayer que la planta de tratamiento de lodos de Calles se encuentra saturada, pese a lo cual sigue recibiendo material para ser tratado, y que los residuos líquidos del vertedero de Chelva tienen fugas que acaban desembocando en el río Turia.

La planta de lodos de Calles se encarga de procesar los residuos de las estaciones depuradoras de Ribaroja y Pinedo. Los restos de los procesos de tratamiento de aguas residuales se derivan a las instalaciones de Calles para ser procesados y transformados en compost. Sin embargo, según la denuncia de la entidad ecologista, esta planta de la comarca de Los Serranos está al máximo de su capacidad de recogida, pese a lo cual continúa recibiendo vertidos. Fruto de esta situación, se han llegado a obstruir las bajantes de agua de las techadas y los desagües de la planta, por lo que al llover, el agua se mezcla con los lodos y, "al carecer de una red de tratamiento de aguas", desemboca en el barranco de las Saletas, que, a su vez, vierte su agua en el pantano de Loriguilla. "Tres kilómetros aguas abajo las cantidades vertidas llegan a ser toneladas, ya que el arrastre del material depositado a la intemperie es muy grande", según Luis Suller, miembro de la asociación en Los Serranos, quien pidió ayer al ayuntamiento de Calles que retire la licencia de actividad a Egevasa - la empresa que gestiona las instalaciones- y que cierre de la planta; y a la Consejería de Sanidad que retire los materiales depositados a la intemperie así como el saneamiento de los barrancos.

Ecologiastas en Acción también criticó que desde el pasado verano, en el que se inoxicaron unos niños al consumir aguas del Tuéjar contaminadas por el vertedero de residuos tóxicos de Chelva, las fugas de lixiviados -restos líquidos de las basuras- siguen filtrándose sin que se hayan puesto en marcha las medidas acordadadas destinadas a frenar esta situación. Suller recordó ayer que tras la intervención del Seprona se forzó a la empresa Girsa, que gestiona el vertedero, a que realizara trabajos de sellado que a fecha de hoy "siguen a medias y los lixiviados corren por los barrancos". Además apunta que las lluvias han agravado la situación diluyendo el vertido y arrastrándolo hacia el pantano de Loriguilla, "lo que constituye una grave agresión al medio ambiente". Por ello, la asociación ha pedido a la Mancomunidad de la Serranía que exija a Girsa la correcta gestión de este vertedero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_