Etiopía y Nestlé
Leo con sorpresa e indignación cómo la empresa Nestlé, que factura más de 100.000 millones de euros al año, es capaz de reclamar una antigua deuda del año ¡1975! de seis millones de dólares a Etiopía, país que está sometido a una crisis social y económica espeluznante, aparte de padecer uno de los peores azotes del Tercer Mundo: sequía y hambre.
Ante tal muestra de insolidaridad y falta de respeto por los problemas que afectan hoy día al Tercer Mundo por parte de esta empresa suiza, he decidido negarme a consumir y mucho menos a comprar cualquier producto que esté relacionado con la marca Nestlé hasta que esta empresa no sólo sea capaz de perdonar la deuda a Etiopía, sino que con sus miles de millones de ganancias anuales demuestre públicamente que hace algo por intentar paliar el hambre en el mundo.