Una joven de 16 años muere en Terrassa apuñalada por la espalda por un desconocido
La muchacha llegó, herida, a casa de su abuela y describió a su agresor antes de morir
Una joven de 16 años murió el pasado miércoles a causa de la puñalada por la espalda que recibió en plena calle, mientras se dirigía a comer a casa de su abuela, en Terrassa. Al parecer, un hombre siguió a Nadia García, de 16 años, y, sin mediar palabra, le asestó una puñalada que le perforó el riñón y el hígado. La joven pudo llegar hasta la casa de su abuela, quien se percató de que sangraba abundantemente por la espalda. Fue trasladada al hospital, donde falleció por la noche. No hay testigos del suceso, lo cual dificultará la investigación para localizar al autor del crimen.
Todo sucedió muy deprisa. Un hombre, a quien al parecer Nadia García no conocía en absoluto, asestó a ésta una puñalada en plena calle y de día. Pasaban pocos minutos de las dos de la tarde y la joven estudiante de ESO acababa de terminar un trabajo en casa de una amiga. Se dirigía andando a comer a casa de su abuela. De repente, el agresor, a quien la misma Nadia pudo describir antes de morir como un hombre alto y delgado, con bigote, de unos 30 años y que iba con paraguas, se le acercó y le dio un golpe. La joven no se percató en aquel momento de que en lugar de un golpe había recibido una profunda puñalada.
No era un puñetazo
La muchacha logró llegar a casa de su abuela -estaba tan sólo a unos pocos metros- por su propio pie. Contó a ésta que un 'señor al que no conocía' le había dado un 'puñetazo'. Su abuela le miró la espalda y vio que la chaqueta vaquera tenía un corte y la joven sangraba mucho. No era un puñetazo. El presunto asesino le había clavado un objeto punzante en la zona lumbar derecha que le perforó el hígado y el riñón. Nadia murió al cabo de unas horas, a las once de la noche, en la Mutua de Terrassa.
'La muerte le ha venido de repente', explicaba ayer su primo José García. Esta joven, 'llena de vida', según su primo, era hija única. Su padre es un ex jugador del Terrassa FC, Joaquín Lara, y la madre tiene una panadería. El primo de Nadia, anaunció ayer, indignado, que la familia piensa denunciar a la Mutua de Terrassa ante los tribunales por negligencia. 'Nadia estuvo cinco horas en observación, se preocuparon más del riñón que del hígado', afirma García. La mutua asegura que 'siguieron el protocolo médico' habitual en el caso de heridos con arma blanca. 'En ningún momento se la dejó sola', afirmó ayer la portavoz de este centro sanitario, Anna Folch.
La joven entró en urgencias a las tres de la tarde con las constantes vitales normales; poco después se le detectó inestabilidad hemodinámica y fue intervenida quirúrgicamente. 'Pese a que la hemorragia fue controlada, falleció poco después de las once de la noche, de una parada cardiaca', afirma Folch.
¿Por qué un hombre de 30 años, desconocido para ella, acabó con la vida de la joven? 'Nadia aseguró que no pidió dinero, no fue un asesinato por robo', explicaba José García. '¿Una persona mentalmente desquiciada? Quién sabe, pero ha dejado a 300 personas destrozadas', aseguró el joven. Entre ellas, una madre desconsolada que ayer no dejaba de gritar el nombre de su hija. Los hechos sucedieron en la calle de Pompeu Fabra, en el barrio Sant Pere Nord de Terrassa. Un barrio humilde y 'tranquilo', afirma Francisco Sabaté, que reside allí desde hace 47 años. 'Nunca antes había pasado algo así', explica este vecino, que vive a pocos metros de la casa de la abuela de Nadia. Tampoco él vio nada, tan sólo oyó las ambulancias. 'Salí y vi que se llevaban a Nadia, con el suero pero consciente; tenía los labios morados y no dejaba de repetir: 'Mamá no llores, no llores mamá'. Vecinos y familiares, consternados, reclamaban ayer 'más seguridad'.
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