Antonio Reina se consagra en los 800

El atletismo español confirmó en la Copa del Mundo su excelente estado, después del éxito en los Campeonatos de Europa, donde se asistió a una espectacular cosecha de medallas. En La Peineta, España alcanzó la quinta posición por delante de Alemania y Reino Unido, dos grandes escuelas que resultaban inaccesibles hasta hace bien poco. No hay duda de las carencias del atletismo español en algunas especialidades, pero el panorama está más despejado que nunca. Hay lanzadores, saltadores y fondistas. Y, por supuesto, los mediofondistas son la garantía de siempre. Basta observar la imparable progresión de Antonio Reina, un muchacho de 21 años que ha dado un salto sideral en su prometedora carrera. Llegó a la temporada como un mediofondista esperanzador. La ha terminado con una victoria en la Copa del Mundo en la prueba de 800 metros, con un registro sensacional: 1m 43,83s, octava mejor marca mundial de la temporada y garantía de máxima calidad. En apenas un año, Reina tiene todo el derecho a ingresar en el selecto club integrado por Wilson Kipketer, André Bucher, Nils Schuman o el argelino Said Guerni.

Entre estos cuatro grandes sólo faltaba Kipketer. El historial de los demás explica la clase de atletas que son: el alemán Schuman es el actual campeón olímpico; el suizo Bucher ganó el pasado año el Mundial de Edmonton; Guerni ha bajado repetidas veces de 1,44 minutos, frontera que separa a los muy buenos de los excelentes. Reina les veía de lejos. Sus márgenes se situaban alrededor de 1,46 minutos, punto de partida más que interesante para un atleta tan joven. Pero este año ha dado la razón a quines consideran a Reina como el mediofondista español con más talento en mucho tiempo.

Fue segundo en la Europeo de pista cubierta, comenzó a acercarse a los grandes especialistas durante el verano y batió el récord de España con 1m 44,11s, marca de primer nivel. Sólo sembró alguna duda en Múnich, durante los Campeonatos de Europa. Allí se le vió aturdido y sin recursos en la semifinal, quizá superado por las expectativas que despertaba. Habrá que ver a Reina en la típica carrera táctica de un gran campeonato, al menos hasta que adquiera la experiencia para manejarse frente a los veteranos intimidadores. Pero el respeto de los mejores ya lo tiene desde ayer, tras una maravillosa victoria, obtenida por pura determinación y también por la clase que comienza a explorar sus límites.

Ante la sorpresa general, la carrera se desarrolló a una velocidad extrema, más como una de esas reuniones de verano donde se buscan grandes marcas que como una competición donde importan más las posiciones. El brasileño Barbosa lanzó la carrera con unos parciales perfectos para lograr un excelente registro. Pasó por los 400 metros en 50,96 segundos, con el argelino Guerni y Reina junto a él. Detrás, Bucher, Schuman y el estadounidense Krumenacker estaban cortados, a demasiados metros del primer vagón. Daba vértigo ver a tres de los mejores especialistas del mundo por detrás de Reina. Lo mejor, sin embargo, quedaba por venir.

Guerni lanzó su primer ataque, pero encontró la respuesta de Reina. Sabía que estaba ante una oportunidad única: la posibilidad de una victoria de gran prestigio y la certeza de una fenomenal marca. Guerni repitió el ataque en la curva, con la misma respuesta de Reina, que mantuvo un duelo trmendo con el argelino en la última recta. Volvieron a la memoria las imágenes de Estévez y Baala en Múnich, o las de Marta Domínguez y Sonia O'Sullivan en el mismo escenario. No se llegó a tanto porque Reina logró despegar a Guerni a falta de 20 metros, entre el delirio de la gente, que veía como se alumbraba un atleta de primera. Así lo dijo su registro: 1m 43,83s, tiempo que le coloca por derecho entre los mejores del mundo. Todo eso con 21 años.

El atleta sevillano coronó la gran actuación española en la Copa del Mundo, dominada por África en la categoría masculina y Rusia en la femenina.