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Barajas sufre demoras de hasta tres horas y la cancelación de 14 vuelos

Las compañías aéreas achacan los retrasos a las regulaciones aéreas

El aeropuerto de Barajas vivió ayer escenas de desesperación, enfado e impotencia. Colas de treinta a cuarenta personas se agolpaban ante los mostradores, que las compañías aéreas tienen en el aeropuerto, pidiendo explicaciones y soluciones para los retrasos. A las ocho y media de la tarde de ayer se habían cancelado 14 vuelos y otros 199 sufrían demoras de entre diez minutos y tres horas. Una comunicación de Eurocontrol, el organismo que coordina el tráfico aéreo en Europa, estableció limitaciones en el espacio aéreo para el sábado y domingo.

Las limitaciones de Eurocontrol redujeron la frecuencia de vuelos tanto ayer como el sábado, cuando también se produjeron retrasos. Esto es una práctica normal los fines de semana, según fuentes de Iberia. Sin embargo, la reducción de vuelos en el espacio aéreo español, según la comunicación que Iberia recibió, se debió 'a la disputa entre AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) y el sindicato de controladores aéreos'.

El organismo estatal, que depende del ministerio de Fomento, afirmó que 'no hay falta de personal ni en la torre de control de Barajas ni en el centro de control de Torrejón' y que no existe tal disputa. Añadió que el espacio aéreo español no ha reducido su capacidad, sino que, como cada fin de semana, los espacios aéreos se han agrupado, por lo que el número de vuelos disminuye. AENA aseguró que las limitaciones aéreas se produjeron en Francia, Alemania y en el Reino Unido, por lo que los aviones que tenían que sobrevolar esos países se vieron afectados.

La compañía Spanair dejó una hoja en los mostradores de facturación del aeropuerto para informar a los pasajeros en la que achacaba las demoras a 'las severas restricciones en el sector aéreo español'. La empresa añadía que los retrasos 'no son imputables' a su compañía.

Las pantallas del aeropuerto mostraban que los vuelos suspendidos y los retrasos no eran sólo los que sobrevolaban el espacio aéreo de países europeos. Vuelos a Sondika (Bilbao), a Son Sant Joan (Palma de Mallorca), a El Prat (Barcelona) y al aeropuerto de Granada habían sido suspendidos.

Juana, una argentina que tenía su vuelo previsto para las 19:55 con Iberia a Heathrow (Londres), pudo coger su avión a las 21:15. 'Pues aquí estoy gastando plata, y menos mal que está aquí mi amiga [que había ido a despedirla], si no me aburriría mucho'. 'No hemos preguntado a nadie de Iberia por el vuelo; nos limitamos a mirar las pantallas para informarnos'.

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Un hombre de unos 60 años había perdido su vuelo por el retraso de uno que venía de Santiago, en el que él viajaba. 'Tenía que ir a Fuenterrabía (San Sebastián) y, debido al retraso, ya no he podido enlazar con mi vuelo, y encima ya no hay más que vayan hasta allí'. El hombre esperaba junto a sus hijos la cola en un mostrador de Iberia. 'Espero que me lo resuelvan', agregó.

Por la mañana, el vuelo 8710 de la compañía Air Nostrum se vio obligado a regresar 80 minutos después de su despegue por un problema de despresurización en la cabina. El avión, un reactor Canadian air jet (CJR), fue sometido a una revisión. Sus 28 pasajeros fueron embarcados en otro avión que despegó entre las 12.30 y las 12.45 con destino a Lyón, cerca de tres horas más tarde de lo previsto. Éste es el cuarto vuelo de esa compañía aérea que este año ha retornado a Barajas por averías.

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