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Reportaje:

De fabricantes de móviles a marcas registradas

La crisis propicia una revolución en la industria de la telefonía móvil con el abandono de la producción por las grandes firmas

Ramón Muñoz

Los grandes fabricantes de telefonía móvil no sólo viven una crisis financiera sin precedentes, sino incluso de identidad. El retraso de la nueva telefonía multimedia les ha abocado a despidos masivos, pérdidas multimillonarias y desplomes bursátiles. Firmas históricas como Nokia, Ericsson, Alcatel o Motorola están abandonando la producción, que ceden a subcontratas especializadas, aunque manteniendo la imagen de marca.

En España, los clientes 'celulares' superan los 30 millones y los ingresos de los operadores han crecido un 29% en el último año
Los responsables de las grandes multinacionales confían en que la industria del móvil no quede en manos de los subcontratistas
Algunos aventuran que están al llegar los primeros móviles clónicos, de forma similar a lo que ocurrió con los PC
El 57% de los usuarios considera que el primer freno para la introducción de los servicios de UMTS son las tarifas elevadas

Hablar de la crisis de la telefonía móvil se ha convertido en un tópico. La reciente renuncia de Telefónica y otros operadores a sus proyectos de la telefonía de tercera generación (UMTS) en varios países europeos ha puesto aún más de relieve ese tópico. El retraso del UMTS (Universal Mobile Telecommunications System), la tecnología que permitirá utilizar el móvil para transmitir fotos o vídeos, pagar en una tienda o navegar por Internet, ha sido la puntilla para una industria que había tirado la casa por la ventana ante unas expectativas de negocio que no se han cumplido.

Sin embargo, esa crisis es, cuando menos, singular, a juzgar por las cifras, porque no puede decirse que la telefonía móvil sea precisamente un sector en declive. El número de abonados de móviles era de 1.030 millones a finales de 2001, casi tres veces más que los 491 millones que se registraban en 1999, de forma que el 43,77% de la población europea y el 15,57% de la mundial dispone de un móvil (incluyendo los abonados que tienen más de uno), según las cifras de la International Telecommunications Union (ITU). Precisamente este verano se ha invertido la tendencia histórica, y los usuarios de la telefonía móvil van a superar por primera vez a las líneas fijas.

En España, los clientes celulares han superado ya los 30 millones, el tráfico ha crecido en el último año un 34,7% y los ingresos de la telefonía móvil ascendieron a 6.298 millones de euros, un 29,15% más que el año anterior, según el último informe anual de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT). Ante estas cifras se abre un interrogante: ¿de qué crisis estamos hablando?

Deudas asfixiantes

Esa pregunta tiene una primera respuesta en la negativa evolución de los negocios de las operadoras de móviles, lastradas por deudas multimillonarias. Pero donde la paradoja se traduce con mayor perplejidad es en el segmento de los fabricantes -los que suministran tanto los terminales como las redes-, entre los que no se discute ya sólo su supervivencia, sino incluso su identidad como verdaderos fabricantes. Las grandes marcas como Nokia, Ericsson, Motorola, Alcatel o Siemens están cerrando la mayor parte de sus factorías en todo el mundo y subcontratando la producción a las EMS (electronics manufacturing services), empresas especializadas en hacer grandes tiradas de componentes y productos electrónicos a la medida, ahorrando costes y aprovechando la mano de obra barata de los países emergentes o del Tercer Mundo. Solectron, Sanmina-SCI o Celestica, son algunos de estos nuevos fabricantes, aunque Flextronic, son sede en Singapur, es la más importante de todas. Si se sigue la misma evolución, los antiguos fabricantes -llamados OEM (original equipment manufactures)- pronto serán simplemente una marca registrada, responsables a lo sumo del diseño del producto, el I+D previo, y de la red de distribución pero sin ninguna implicación en la fabricación, en un proceso muy similar al que vivió el sector informático hace más de una década. Algunos aventuran que están al llegar los primeros móviles clónicos, a la manera de los PC.

España es un perfecto ejemplo de ese proceso de desmantelamiento industrial, ya que la práctica totalidad de los fabricantes (Ericsson y Alcatel, principalmente) han cerrado sus factorías de equipos e incluso subcontratistas como Flextronic o Sanmina quieren abandonar el país. Pese a ello, los máximos responsables de las firmas no creen que la situación sea tan apocalíptica.

'Más que de una crisis de resultados, en los fabricantes se ha dado una crisis de expectativas (se había previsto que el mercado seguiría creciendo en porcentajes de dos dígitos y en realidad se ha estabilizado), pero, pese a esta crisis, no van a desaparecer de ningún modo, aunque es cierto que ciertos componentes sí se pueden externalizar. Lo que sí se está produciendo es un proceso de concentración que llevará que sólo queden cinco o seis fabricantes y que el mercado se concentre en tres o cuatro marcas (hoy día ya está pasando, cuatro marcas copan el 80% del mercado)', dice Maribel Ferrero, directora general de Motorola Comunicaciones Personales.

Flextronic fabrica móviles para Alcatel, Nokia, Siemens y Motorola, entre otros; Philips ha transferido su producción de móviles a China Electronic Corporation (CEC); Sony y Ericsson crearon una empresa conjunta para comercializar los terminales (aunque los fabrica Flextronic) y acuerdos similares están en marcha entre NEC y Panasonic, Toshiba y Mitsubishi o Fujitsu y Sagem.

Sin embargo, para Eduardo Montes, presidente del grupo Siemens en España 'cabe pensar que la contracción del mercado, las dificultades financieras de algunos operadores y la asunción de excesivos riesgos de financiación de clientes conduzcan a algunos proveedores a una situación insostenible, viéndose incapaces de mantener el capital humano necesario para completar los desarrollos técnicos en plazo. La alternativa de convertir a la industria en un mercado de subcontratas no se producirá, ya que los desarrollos de investigación tecnológica necesarios sólo serán asumibles por empresas con importantes recursos de capital humano y derechos industriales'.

Cambios necesarios

Ingemar Naeve, consejero delegado de Ericsson España, también reconoce que 'el sector está sufriendo la peor crisis de su historia pero algunas compañías como Ericsson vamos a sobrevivir para salir fortalecidos'. 'Ahora bien, para ser competitivos, antes y después de esta crisis, y debido fundamentalmente a la liberalización de los mercados, es necesario tener una estrategia de subcontratación para aquellas actividades en las que las empresas subcontratistas tengan mejores ratios de eficiencia', añade.Pero ni siquiera la subcontratación parece asegurar el futuro de los fabricantes que viven sus peores momentos. Nokia, el mayor fabricante, que acapara el 38% del mercado mundial, presumía hace apenas dos años de ser la mayor empresa europea por capitalización bursátil. Hoy el valor de sus acciones se ha dividido por cinco, y eso que la multinacional finlandesa ha presentado un beneficio neto de 1.725 millones de euros en el primer semestre, un 10% más.

Sus rivales lo tienen mucho peor. La estadounidense Motorola, que tiene un plan en marcha con 50.000 despidos, ha registrado las mayores pérdidas de su historia, cerrando el segundo trimestre con unos números rojos de 2.320 millones de dólares. La sueca Ericsson, con pérdidas de 800 millones de euros en ese periodo, acaba de añadir 5.000 empleos más a su lista de ajustes de plantilla, que se situará por debajo de los 60.000 efectivos a finales de 2003, la mitad que hace tres años. La francesa Alcatel, con pérdidas de 2.274 millones de euros en seis meses, también ha incrementado su recorte de plantilla, 10.000 más sobre los 35.000 previstos. la propia Flextronic está reduciendo un 15% su plantilla y afronta el cierre del 20% de sus fábricas. ¿Y dónde está el final del túnel?

Según un informe de JP Morgan, de 11 de julio, el sector de la telefonía móvil está inmerso en un ciclo de tres fases claramente diferenciadas. La primera, de 1997 a finales de 1999, se caracterizó por un crecimiento sin precedentes gracias a que los operadores no dudaron en subvencionar el precio de los terminales con tal de ganar clientes, que fue seguido de una generalización del prepago, el lanzamiento de nuevos servicios y la progresiva miniaturización de los aparatos. La segunda etapa, de declive, en la que estamos inmersos, abarca de 2000 a 2003, y se caracteriza por la falta de nuevos servicios; la tercera fase, a partir de 2003, se aventura una cierta recuperación, basada principalmente en los servicios para datos y las nuevas facilidades que ofrece la telefonía de tercera generación.

Eduardo Villar, presidente de Alcatel España, se muestra convencido de que se reanudará el crecimiento, porque la demanda de los consumidores finales sigue sostenida, aunque no se atreve a predecir cuando.

Parafraseando al presidente mundial de Nokia, Jorma Ollila, 'todavía hay vida en el mercado', pero hace falta arrancar la chispa que encienda las ansias del consumidor. Se supone que la clave está en los nuevos servicios multimedia, que precisarán nuevas redes y terminales. Sin embargo, el reciente batacazo en las expectativas está haciendo que operadores y fabricantes se apeguen más al terreno.

Consumidores adolescentes

Según un estudio de Siemens Mobile y del organismo IMT-2000, los potenciales usuarios de UMTS que más están dispuestos a pagar son los menores de 26 años, y los servicios más demandados los videoclips y los juegos inetractivos y la mensajería multiemdia (fotos o vídeos). A un cliente más adulto le interesa la localización, la banca en línea o la reserva de billetes a través del móvil, aunque sólo está dispuesto a pagar la mitad que los jóvenes.

¿Y cuáles son las razones que frenan el despegue de los nuevos servicios? El 57% de los encuestados opina que el principal obstáculo son las tarifas; otro 34% no sustituiría su actual móvil con tecnología GSM (sólo apta para voz y mensajes cortos de texto) por no cambiar de número, mientras que el 28% considera poco atractivos los nuevos servicios que se le ofrecen. La receta para curar el mal es sencilla, según el estudio: aplicar un 55% de descuento sobre la tarifa oficial en servicios populares como los mensajes multimedia (vídeos cortos y fotografías), facilitar la conservación del número y ofrecer servicios como video-live o nuevos terminales con pantallas más grandes y accesos a menús sencillos.

En esta idea incide Honorio García, director de marketing de Nokia Mobile. 'Es evidente que es un mercado ya maduro donde los crecimientos no serán ya nunca espectaculares, un mercado donde las nuevas oportunidades vendrán de la mano de los servicios de valor añadido, del acceso a la información móvil y del ocio y el entretenimiento móvil. Confiamos en que en el último trimestre del año, el lanzamiento de los nuevos modelos y la puesta en operación de tecnologías como MMS van a contribuir a empujar y dinamizar el mercado'.

Nokia opina que este año se venderán 400 millones de móviles en el mundo. En España no hay una cifra de consenso, aunque, según Motorola, se prevé que a final de año se hayan vendido algo más de 10 millones de terminales, que fue la cifra con la que se terminó el año pasado.

Jorma Olilla, presidente de Nokia.
Jorma Olilla, presidente de Nokia.CARLES RIBAS

Principado de Mónaco: el primer experimento 'comercial' de UMTS en Europa

Mónaco no sólo es un casino, la residencia virtual de los deportistas de élite o el Principado de papel couché a mayor gloria de la familia Grimaldi. Es, desde este año, el primer país soberano de Europa que cuenta con una red 'real' urbana de UMTS, la tecnología de la que todo el mundo habla pero que nadie ha visto funcionando. Las escasas 200 hectáreas que tiene Mónaco, erizadas de rascacielos, con edificios y terrazas superpuestos y una orografía mitad alpina, mitad mediterránea, son un campo de pruebas perfecto para el experimento, sin contar con el alto nivel económico de sus poco más de 30.000 habitantes. En enero de 2001, Monaco Telecom, la compañía local de telefonía, encomendó la instalación de la red a Siemens y NEC. La infraestructura estaba lista a finales del año pasado e integrada con las redes ya existentes, tanto la de telefonía fija como la de móvil, de forma que se podían hacer llamadas de voz a números de teléfonos ya existentes. Sin embargo, las primeras de servicios 3G/UMTS se realizaron este verano. Entre esas aplicaciones está el envío y recepción de correos electrónicos en movimiento; bajarse música con calidad hi-fi, la visualización de vídeos, la localización (la pantalla del móvil nos indica en cada momento nuestra posición exacta, aunque en Mónaco sea difícil perderse) e incluso la multivideoconferencias entre varios usuarios. Volker Ziegler, el máximo responsable de la división de soluciones de Siemens Mobile, señala orgulloso las siete estaciones base sobre el mapa de Mónaco, que bastan para proveer de servicios UMTS al Principado. 'No se trata de una demo', insiste, 'sino de aplicaciones realizadas en vivo y en directo'. En efecto, en una demostración para periodistas celebrada el pasado mes de julio se pudo comprobar que es posible bajarse una canción en formato MP3 en apenas unos segundos, ver un videoclip o enfrentarse a un apasionante partido de fútbol con otro jugador sin que la imagen se duerma en las desesperantes pausas a que nos tienen acostumbrados las videoconferencias.Sin embargo, hay un pequeño detalle. Todas estas aplicaciones se disfrutan a bordo de una enorme limusina Mercedes, donde un PC portátil hace las veces de terminal, sencillamente porque ningún fabricante dispone aún de aparatos aptos para soportar las aplicaciones del UMTS, que quepan en un bolsillo. Los responsables del proyecto hacen hincapié en que lo importante es que dichas aplicaciones se han conseguido por primera vez en movimiento (el del Mercedes), algo impensable hace apenas un año. Un centenar de clientes monegascos disponen ya (en su automóvil) de esta tecnología en pruebas, a la espera de que los fabricantes pongan en el mercado los primeros aparatos de bolsillo. Se espera que a finales de año comiencen a aparecer los primeros terminales, que tendrán poco que ver con los actuales porque el teclado dejará paso a una gran pantalla de cristal líquido. Y es que en el móvil del futuro la voz será sólo un artista invitado, porque el verdadero protagonista será la imagen.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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