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Reportaje:

Vacaciones sin conflictos

Una treintena de jóvenes israelíes y palestinos conviven tres semanas en Almería

¿Pueden los hijos de quienes no se entienden llegar entenderse? ¿Pueden compartir la habitación en la que duermen y el desayuno con quienes no son de su credo? ¿Son posibles las relaciones de igualdad entre quienes no se tratan como iguales en un punto determinado del planeta? La respuesta a las tres preguntas es categóricamente afirmativa. Y lo es con conocimiento de causa. Una causa por la paz que estos días protagoniza la ciudad de Almería que, desde el día 8 y hasta el 26 de julio, acoge a una treintena de adolescentes israelíes y palestinos para convivir. El fin no es otro que el de 'potenciar' la educación conjunta para la coexistencia pacífica y la solución de los conflictos de forma no violenta.

Actividades tan sencillas como comprar, charlar, jugar, pintar o ir a bañarse a la playa son las grandes conquistas de este pequeño encuentro que se realiza de forma pionera en España. 'A España la reciben muy bien, y como cercana. Los españoles no les despertamos ningún recelo y son muy receptivos con nosotros. Lo que en el mismo Jerusalén sería impensable entre ellos, aquí en España puede realizarse sin problema', explican los organizadores de la iniciativa.

De hecho, la convivencia Almería, un espacio para la paz, ya ha conseguido que Marwa, una palestina de 17 años, valore la iniciativa y exprese su ilusión por 'convivir en paz'. 'Me gusta mucho Almería y el sol que tiene. Mi intención, al estar aquí, es conocer a otras personas y vivir en paz entre judíos y musulmanes y pasar un buen rato. En ese sentido, quiero volver a mi país con las ideas muy claras', confiesa Marwa a los periodistas.

Las ilusión de esta palestina no contrasta en absoluto con la de su compañera de grupo Lilaj, una israelí de 16 años que sólo tiene palabras de agradecimiento para la iniciativa llevada a cabo por la ONG Proyectos Encuentro y la Diputación de Almería. 'Me parece muy bonito que haya alguien que se preocupe por hacer cosas con los jóvenes de Israel y de Palestina. La experiencia en sí merece la pena', apostilla.

Pero al encuentro asisten también siete cristianos -en este caso estudiantes del colegio Compañía de Almería, de la misma edad que el resto- que completan la relación de igualdad entre las tres religiones diferentes y que sirven, a la sazón, de motor de impulso para 'conocer al otro'. 'Los niños sabemos dejar a un lado algunas venganzas e intereses políticos y queremos llevarnos la experiencia de una convivencia con otra cultura', resume Lucía, que cursa 4º de ESO en el colegio almeriense.

Lo cierto es que, tras asistir a las clases de idiomas matutinas y realizar algunas actividades de motivación y desinhibición, todos juntos se marcharon, en el hueco que les quedó libre antes de comer, al centro comercial de la ciudad. Y es que a todos, lo de ir de compras, les entusiasma también por igual.

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Mejor igualdad que tolerancia

La ONG Proyectos Encuentros, creada en 1996, promueve, entre otros objetivos, proyectos de cooperación en los que participen miembros de países en conflicto y experiencias de coexistencia pacífica. Su presidenta y directora general, María Espinosa, deja bien claro que la intención de este tipo de iniciativas es dejar de usar el término tolerancia y tomar el término igualdad. 'El concepto tolerancia presupone una licencia de alguien que es superior a ti. Preferimos el término igualdad, que es un derecho básico. La tolerancia es algo muy extendido pero implica cierta arrogancia y prepotencia. La iniciativa Almería, un espacio para la paz tampoco busca hacer política ni se interesa por quién se quede el último metro cuadrado de unos terrenos en pugna. 'Sólo pedimos que se soluciones de forma no violenta. Se propone que nadie mate a nadie, que es lo principal. Y el primer mensaje que se les da a los chavales es que ellos no tienen culpa de haber nacido allí. Los ponemos a dormir con el enemigo la primera noche, algo que los adultos no son capaces de hacer', apunta Espinosa. El éxito del proyecto, que se repetirá en invierno en Aragón, irá avalado en un plazo de tres meses con la edición de un Manual de Enseñanza de la Paz a Niños en Comunidades en Conflicto, que ya prepara esta ONG consciente del 'idóneo' marco que supone España para albergar este tipo de proyectos. 'Somos un entorno muy importante y muy adecuado para contarles que hay esperanza. Que su memoria histórica es muy corta pero que aquí, siglos atrás, las cosas no iban sobre ruedas y existieron contiendas. Europa se arregló y nosotros también. ¿Por qué no ellos?', razona la presidenta de Proyectos Encuentro. Haber conseguido que 30 jóvenes vuelen desde Oriente Medio para vivir una vacaciones en paz con adolescentes almerienses se antoja ya como una de las propuestas más ambiciosas por un solo matiz: hasta Almería sólo se han desplazado los que 'verdaderamente' creen en la no violencia como la mejor solución al conflicto. 'No viene nadie que sea partidario de la violencia. Nuestra filosofía y política es renunciar a ella. Y tampoco se trata de excelencias académicas. Los alumnos que han venido sólo tienen como labor la paz', zanja Espinosa.

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