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La policía de Pakistán detiene a uno de los cuatro violadores de la maestra

La policía paquistaní, acusada el pasado viernes por el Tribunal Supremo de laxismo en el cumplimiento de sus funciones, afirma haber detenido a uno de los cuatro presuntos violadores de Mujtar Mai, una maestra de 18 años que fue condenada a ese castigo por una jirga (consejo tribal), para vengar la presunta relación sexual que su hermano de 12 años había tenido con una mujer de 22 perteneciente a una casta superior.

El detenido, Abdul Jaliq, fue capturado en la provincia de Baluchistán, al sudoeste del país. Según fuentes policiales, ha sido interrogado para conocer el paradero de sus cómplices.

'Hemos formado cuatro equipos especiales para atrapar a los acusados, y queremos hacerlo rápidamente', declaró el jefe del distrito de Muzaffagarh, en el Punyab, zona en que ocurrió la violación el pasado 22 de junio.

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Una viuda en la pira

El presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, y el Gobernador del Punyab, Jalid Maqbul Ahmed, han exigido a la policía capturar a los huidos antes de una semana.

Por otra parte, un policía se ha reconocido 'culpable' de haber aceptado 11.000 rupias (unos 180 euros) de la familia de la violada para que su hermano fuese puesto en libertad. El niño fue detenido a instancias de la tribu mastoi, que se sintió agraviada por su presunta relación con una de sus mujeres.

El Supremo acusó a la policía de haber tardado más de una semana en reaccionar después de la violación múltiple, ocurrida en la localidad de Mirwala entre las carcajadas de centenares de vecinos. El presidente del Supremo, Riaz Ahmed, calificó los hechos de 'violación flagrante de los derechos humanos'.

Según Amnistía Internacional (AI) las jirgas 'no tienen estatus legal y las autoridades paquistaníes han fracasado en tomar las medidas adecuadas para impedir que tales instituciones ejerzan su propia ley'. AI señala que esos consejos tribales sustituyen muchas veces al Estado y condenan a personas 'a penas crueles, inhumanas y degradantes'.

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