Camacho se remite a la clasificación para justificar sus decisiones tácticas
José Antonio Camacho defendió ayer tanto su proceder desde el banquillo como la actuación de sus jugadores en el partido de los octavos de final contra Irlanda. 'Si llegamos a perder, ¡madre mía de mi alma!...', exclamó el seleccionador español, que insistió en que 'el equipo no jugó mal'. 'Lo que pasa es que los partidos anteriores los ganamos y éste lo empatamos', prosiguió; 'pero el del domingo no admitía medias tintas: o pasábamos o no. No siempre es cuestión de jugar bien o mal. Que se lo pregunten, si no, a los equipos que ya se han ido a casa o a España a lo largo de su historia'.
'Jugamos bien mientras pudimos', continuó argumentando Camacho; 'luego, tuvimos nuestros problemas y los solucionamos, poco a poco, como se pudo. Nadie les dijo a los jugadores que se echaran hacia atrás en el segundo tiempo. Muchas veces es el contrario el que te mete atrás'. Y remachó: 'Por supuesto que volvería a plantear el partido de la misma forma, sobre todo si me dicen que voy a pasar. Que si la colocación, que si los cambios, que si hemos jugado mal... Aquí todos los rivales son dificilísimos. Estamos toda la vida igual. Los chicos jugaron como hombres y actuaron con una buena colocación en el campo durante la prórroga. ¿Cómo vas a superar a once rivales si no es por la colocación y el orden?'.
El seleccionador español justificó también la posición retrasada que ocupó Valerón -'si le pones más adelantado, tendrías que ir quitando a gente; entonces, me dirían que por qué quito a éste y pongo a otro'- e insistió en que los cambios de Raúl y Morientes 'fueron forzados porque tenían problemas físicos'. 'Si dí entrada a Mendieta fue porque los dos interiores empezaban a bajar andando', afirmó después, 'y por la banda, el 9 de los irlandeses [Duff] hacía mucho daño'. Camacho recordó: 'Cuando iba a sacar a Nadal [se supone que por De Pedro o Luis Enrique], se me lesionó Raúl; luego, puse a Albelda para dar fuerza al centro del campo y se lesionó. Y, además, Luis Enrique tuvo la desgracia de agotarse. Tuve que improvisar sobre la marcha'.
