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Sanidad invertirá 150 millones en aumentar el sueldo de los empleados que le transfirió el Estado

La medida afecta a 48.000 médicos, sanitarios y administrativos, que tendrán un 15% más de salario

Oriol Güell

La Consejería de Sanidad se enfrenta desde el pasado 1 de enero, fecha en que recibió las transferencias sanitarias del Ejecutivo central, a un grave problema: los profesionales de la sanidad que trabajan desde hace años para el Gobierno regional cobran de media un 20% más que los que proceden del Ministerio de Sanidad. Por eso, y para evitar estas enormes diferencias salariales, la consejería está dispuesta a incrementar un 15%, en tres años, el sueldo a los 48.000 antiguos trabajadores del Insalud. Pero la oferta no ha logrado aún el apoyo de los sindicatos y colegios profesionales de sanidad.

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Una enfermera del hospital Doce de Octubre -hasta el 1 de enero dependiente del Ministerio de Sanidad- cobra algo más de 18.000 euros brutos al año, un 17% menos que los 21.000 euros que recibe una colega del Gregorio Marañón (hospital regional). Esto es así porque los 48.000 trabajadores que eran del Insalud y que, desde el 1 de enero, dependen del Gobierno regional tienen una escala salarial un 20% más baja, de media, que los 16.000 empleados que ya dependían de la Consejería de Sanidad antes de las transferencias. Acabar con estas diferencias ha sido una de las principales demandas de los sindicatos del sector.

Los sindicatos profesionales de la sanidad (médicos, enfermeros, administrativos) y sus respectivos colegios profesionales llevan cinco meses negociando con la Consejería de Sanidad un Plan de Calidad que, entre otras medidas, estudia cómo poner fin a esta situación.

Aumento salarial

La consejería ha ofrecido aumentar los sueldos de los médicos, farmacéuticos y directivos en tres años en 3.700 euros brutos; a los técnicos les ofrece un incremento salarial de 3.200 euros; a los enfermeros y trabajadores sociales, de 2.700 euros; a los auxiliares de enfermería y administrativos, de 2.600, y a celadores y pinches, sólo 1.500 euros. Este aumento supone una subida media del 15% para todos los colectivos profesionales.

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Sin embargo, los sindicatos profesionales no han aceptado esta oferta, y uno de ellos, el de enfermería (SATSE) ya ha anunciado su intención de abandonar la mesa negociadora 'si Sanidad no se deja de generalidades y empieza a concretar de una vez qué quiere hacer con el Plan de Calidad', declaró un portavoz del SATSE.

Un problema que ha frenado las negociaciones ha sido la falta de fondos que puede sufrir en el futuro la Consejería de Sanidad para llevar a cabo sus proyectos. 'Es como si Sanidad no estuviera segura de cuánto dinero se puede gastar. Propone cantidades que luego retira y, siempre que hace una oferta, la condiciona a que [la Consejería de] Hacienda se la acepte', explica un negociador.

La subida salarial que la Consejería de Sanidad ha propuesto costaría al Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón unos 150 millones de euros en los próximos tres años. Sanidad también destinaría otros 90 millones a otras medidas que afectan a los trabajadores, como la contratación de 1.500 nuevos empleados en la sanidad pública.

La consejería también ha ofrecido 440 millones más para otros dos objetivos del Plan de Calidad. El primero de éstos se llama 'Ciudadanos' y busca mejorar la asistencia sanitaria desde el punto de vista del paciente.

El director general de Atención al Paciente, Fidel Illana, en una reunión celebrada el pasado 28 de mayo, propuso destinar 40,5 millones de euros hasta 2007 para lograr estas mejoras. Entre las medidas estudiadas está la creación de la figura del 'personal de acogida' en los hospitales, una especie de tutor que velará por el enfermo en todos los trámites, consultas e intervenciones médicas que necesite.

En este apartado, Sanidad también propone potenciar la atención domiciliaria, crear un plan de atención a los inmigrantes y promocionar la educación de la salud en las escuelas.

El otro gran objetivo del Plan de Calidad ha recibido el nombre de 'Infraestructuras y procesos de gestión' y tiene dos prioridades: invertir dinero en hospitales y ambulatorios y mejorar la organización del sistema sanitario público. Las inversiones previstas en este capítulo alcanzan los 400 millones de euros, según propuso en la negociación el director general de Planificación, Jesús Galván.

Listas de espera

Cómo se invertirá este dinero, sin embargo, no ha sido concretado, según fuentes sindicales. El borrador definitivo del plan apenas esboza medidas generales como 'evitar la prolongación de las listas de espera' entre la tercera edad, 'favorecer la introducción progresiva de la receta electrónica' o 'facilitar la elección de profesionales por parte de los pacientes'.

'En este apartado hay medidas clave para la sanidad como la modificación de las áreas sanitarias y la creación de nuevos hospitales. Pero no se ha concretado nada', lamenta un participante en las negociaciones. Prácticamente, la única actuación que se ha concretado en las nueve hojas del borrador definitivo de este apartado es 'la creación de guarderías en los hospitales para sus trabajadores'.

La Consejería de Sanidad declinó ayer hacer declaraciones al respecto, aunque aseguró que 'todo se está negociando en la actualidad'.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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