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LA DOCUMENTA DE KASSEL

Música para invento y voz

La obra plástica de Juan Muñoz se sostuvo con frecuencia en textos escritos por el propio artista. La obra que preparó para la Documenta 11, y que se estrenará allá con una emisión en directo y la publicación de un disco, fue la primera -y última- pieza de una colección de obras con referencias sonoras que Muñoz se planteaba hacer. Ya antes había colaborado con los compositores Alberto Iglesias, en varias piezas, y Gavin Bryars en A man in a room, glambling (Un hombre en una habitación, jugando) en la que el artista, con un fondo de música o del sonido de las calles de Sevilla, explicaba trucos de cartas, y en piezas radiofónicas como la que realizó en colaboración con John Berger en 1996.

A registered patent. A drummer inside a rotating box (Patente registrada. Un percusionista dentro de una caja en rotación) parte de un texto comercial de registro de patente de un invento que el artista 'corrompe' con la insinuación de la desaparición de un percusionista. A Juan Muñoz le atraían los juegos de prestidigitación, los trucos de magia, los juguetes, el arte de la desaparición. Para este trabajo, Juan Muñoz se valió de documentos de patentes encontrados en Nueva York. Le interesaba hablar sobre un invento registrado, perdido y encontrado en un archivo. El texto, de apariencia mercantil, adquiere tonos poéticos y teatrales leído por el actor John Malkovich. 'Malkovich estaba viviendo en Madrid mientras rodaba su película, para la que yo compuse la música', explica Alberto Iglesias, que ha compuesto la música de esta obra. 'Fuimos un día con Juan (Muñoz), hablamos del tema, Malkovich lo leyó y grabamos la voz. Sobre esa grabación yo hice la musicalización atendiendo a la modulación de su voz, los acentos y el silabeo. Es algo que tenía conexiones con mis trabajos anteriores para el cine. A veces tenía la sensación de estar trabajando con imágenes y no con una voz. La idea era sincronizar la música con la voz hasta hacerla aparecer y desaparecer con atención a las sílabas, hasta integrarlas en la partitura. En la partitura he transcrito el texto como si fuera un violín'.

Alberto Iglesias, que ha compuesto las bandas sonoras de las películas de Julio Medem y Pedro Almodóvar o Alejandro Amenábar, entre otros, tuvo una estrecha relación con Muñoz, del que era cuñado, además de amigo. 'En el aspecto musical de esta pieza, utilizo una primera línea de voz y una segunda de percusión, acompañados de un cuarteto de cuerdas y piano', comenta Iglesias. 'El percusionista es un solista que ha utilizado sólo instrumentos pequeños, de un máximo de ocho pulgadas, lo que lo obliga a un ejercicio de precisión tremendo en la ejecución porque más que el brazo, como en la batería, todo es cuestión de muñeca'.

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