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Una palomita muy cara

El centrocampista Emerson se queda fuera del Mundial tras sufrir una luxación de hombro al intentar parar de portero un tiro de Rivaldo

A falta de menos de 24 horas para el estreno de la selección brasileña ante Turquía, los discípulos de Luis Felipe Scolari sufrieron un mazazo inesperado. Mientras se entrenaban suavemente sobre el césped del estadio Munsu, en un clima distendido y de optimismo, el medio centro Emerson, mientras ejercía de portero, se lesionó de gravedad. Rivaldo disparó a puerta a media altura, y Emerson, el fogoso centrocampista del Roma y capitán de la canarinha, sufrió una luxación en el hombro en la estirada que trató de atajar el balón. Al caer al suelo, un aullido de dolor alertó a los médicos y heló la sonrisa de todos los presentes. El diagnóstico del doctor José Luis Runco fue tan inmediato como desolador: luxación del hombro derecho. Cuatro semanas de baja. Emerson está fuera del Mundial.

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Puesto que todavía no había debutado en el Mundial, Brasil sabía que podía buscar un recambio para su jugador lesionado. Y Scolari optó por Ricardinho, un centrocampista del Corinthians mucho más ofensivo que Emerson. 'He llorado con mi familia y estoy muy emocionado', dijo Ricardinho al enterarse.

Claro que su convocatoria no significa que vaya a ocupar el puesto de Emerson en el equipo titular: tienen más posibilidades Vampeta, del Corinthians, o bien Gilberto Silva, del Atlético Mineiro. El más parecido a Emerson es Mauro Silva, pero su llamada se descartó por un motivo: las malas relaciones que mantiene con Scolari desde que el jugador del Deportivo se negara a subir al avión que llevaba a Brasil a disputar, en Colombia, la pasada Copa América, en 2001. Mauro no quiso participar en ese torneo por la inestable situación de Colombia, lo que Scolari ha considerado una afrenta.

Ayer, mientras, los periodistas se dedicaron a buscar gafes. Un par de horas antes del entrenamiento, Scolari había acudido a una iglesia para dar, según sus propias palabras, 'gracias a Dios'. 'Él nos ha dado a nosotros la salud, ya que estamos viendo lo que ocurre en otras selecciones', dijo Scolari, en alusión a los contratiempos que han apartado del Mundial a futbolistas como Cañizares, Scholl y Pires. Con la baja de Emerson, Scolari pierde al jugador elegido para aportar equilibrio defensivo al medio campo. Pero no sólo eso. El polémico entrenador también pierde a un hombre que considera casi como un emblema cabalístico y que, además, representa fielmente, por fuerza y carácter, su filosofía futbolística. Le nombró capitán y le asignó el dorsal número siete, la cifra que según el técnico trae la suerte a quien lo lleva en la espalda.

Precisamente Scolari había dado a Emerson (Río Grande do Sul, 1976) su primera oportunidad como profesional en el Gremio de Porto Alegre, en 1994. El centrocampista recaló más tarde en el Bayer Leverkusen durante tres años y, hace dos temporadas, fichó por el Roma. Las ironías del destino le pasaron ayer factura en Ulsan. Había disputado el Mundial de Francia, su primera cita con la selección nacional, gracias a que Zagallo le convocó a última hora tras la lesión de Romário. Brasil estaba ayer tan preocupada con la baja de Emerson que, mientras le evacuaban del estadio, nadie hizo caso del dolor que Rivaldo volvió a sentir en su castigada rodilla derecha al final del entrenamiento en el que las brujas parecían andar sueltas.

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