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Una muestra constata en San Sebastián la importancia de la naturaleza en la arquitectura modernista de Gaudí

Maribel Marín Yarza

La originalidad de la arquitectura modernista de Antoni Gaudí sólo puede explicarse a través de su vinculación con las formas naturales, con los paisajes de su entorno más inmediato. Ésta es, al menos, la conclusión que se extrae de Gaudí y la naturaleza, una exposición que reúne hasta el 30 de junio en el Museo Cementos Rezola de San Sebastián (Avda. de Añorga, 36), medio centenar de fotografías y textos que ofrecen una nueva visión del trabajo de este artista en el 150º aniversario de su nacimiento en Reus.

La muestra itinerante, organizada por el Ayuntamiento de dicha localidad, es fruto de un importante trabajo de investigación que comenzó cuando los comisarios observaron una serie de paralelismos entre las imágenes de la Carpeta sobre Gaudí y las colecciones de imágenes de naturaleza y paisajes pertenecientes a la Fototeca Municipal. 'Nos fuimos apasionando', señala la comisaria Collá Domingo, 'porque nos salieron similitudes de formas, de texturas, de la luz. Por ejemplo, entre una imagen de la Casa Batlló de Barcelona o una escena del Parque Güell y sendas instantáneas del Parque Nacional Delta del Ebro.

'En esta exposición', señala Domingo, 'damos pistas para que cada uno descubra la relación' entre los paisajes y la obra de Gaudí. Sus propias reflexiones, escritas sobre la pared, facilitan esta tarea: 'El gran libro siempre abierto y el que hay que esforzarse en leer es el de la naturaleza; los otros se han extraído de éste y continen las equivocaciones y las interpretaciones de los hombres'.

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