¿A quién se le ocurre?
Soy maestra ya jubilada, tengo 46 años ahora y he pasado por una experiencia en la que, moralmente, creo que han sido injustos, y cuento por qué: el delegado provincial de ASISA (compañía médica privada) en Murcia ha conseguido que una persona afiliada a su compañía, y después de pasar por una experiencia muy dolorosa junto a su familia, se vaya al Servicio Murciano de Salud. Cuando tienes un problema grave de salud, está comprobado que en España sólo lo resuelve la Seguridad Social. ¿A quién se le ocurre en esta vida coger una leucemia, que te cambia tu vida por completo, ingresar en una clínica de ASISA (clínica Belén, año 1993), que te manden al hospital General Universitario (público) y que allí te atiendan como a una persona? ¿A quién se le ocurre pasar cantidad de infecciones e irlas superando? ¿A quién se le ocurre tener un derrame cerebral y poder salir de él? ¿A quién se le ocurre tener una lesión de cadera, que te deja llena de dolores por todas partes, sin poder mover las piernas, dependiendo de todas las personas de tu alrededor, postrada en una cama durante diez meses? ¿A quién se le ocurre volver a tener una leucemia, tener que someterse a un nuevo tratamiento de quimioterapia, tener la inmensa suerte de tener una hermana que ha tenido su médula compatible con la tuya y que ha querido ayudarte? ¿A quién se le ocurre hacerse un trasplante de médula ósea, sin saber si vas a salir de allí o no, pero con toda la esperanza del mundo? ¿A quién se le ocurre vivir?
Todo eso, muy resumido, me ha ocurrido a mí y a mi familia. No contaban conmigo, pero aquí estoy, haciendo lo máximo por tratar de vivir como una persona normal, aunque ahora tenga una discapacidad. Y, por supuesto, cuento con la opinión de ASISA, desde el año 1993, en la que se me instaba a que entonces me cambiara a la Seguridad Social porque ya le estaba costando mucho dinero a la compañía... Creo que es un ejemplo acorde con las noticias sobre las compañías médicas privadas en los últimos días.
