Vanessa Redgrave y su hija actúan juntas en Londres con Wilde
Vanessa Redgrave y su hija Joely Richardson suben juntas al estrado londinense en la versión de Peter Hall de Lady Windermere's fan, la primera de las tres comedias de sociedad que Oscar Wilde escribió antes de su muerte en 1900. Es la primera vez que ambas actrices comparten cartelera en una obra de teatro interpretando, además, sus papeles en la vida real de madre e hija, respectivamente. Son precisamente sus escenas comunes las que dan chispa y reviven esta obra de Wilde sobre la doble etiqueta moral imperante en la alta sociedad londinense de finales del siglo XIX.
Lady Windermere's fan se estrenó en Londres hace exactamente 110 años ante un público que no compartió el dictamen negativo de algunos críticos. En la nueva producción, Hall extrae de sus actores, encabezados por Richardson y Redgrave, sentimientos profundos encubiertos bajo la máscara de los geniales e ingeniosos comentarios del maldito dramaturgo y novelista angloirlandés. El público vuelve a reír con las bromas sobre la hipocresía de la sociedad, aplaude calurosamente y, a diferencia de antaño, la crítica ha elogiado la última versión de esta obra de Wilde sobre la vida moderna.
Richardson ciertamente supera en el Teatro Royal Haymarket una doble prueba de fuego. Su personaje, lady Windermere, evoluciona a lo largo de los cuatro actos de la comedia hasta desprenderse de la estricta visión puritana de la sociedad que predica en los diálogos iniciales. 'Ya no pienso ahora', declama frente a su marido en la recta final de la obra, 'que las personas pueden dividirse en buenas y malas como si fueran dos razas o creaciones separadas'.
La pequeña del matrimonio Redgrave y Tony Richardson emprende un viaje emocional del idealismo al realismo en el que demuestra haber heredado la habilidad de su madre a la hora de descubrir la verdad de una situación teatral.La veterana actriz le había propuesto trabajar juntas en repetidas ocasiones, pero tan sólo ahora, con 37 años, se sintió preparada para aceptar el reto.
