Un parque de 16 hectáreas con vistas a Collserola

Un total de 16,6 hectáreas, desde el final de la calle de Pi i Molist hasta la plaza de Karl Marx, en Nou Barris, en la riera de Can Carreras que se encarama hacia la falda de Collserola, se convertirán en el parque central de Nou Barris, el segundo más grande de Barcelona. Las obras se han iniciado ya con un presupuesto de 4.000 millones de pesetas. Dos lagos y una pequeña zona boscosa son elementos destacados del proyecto, que salva una antigua masia, Ca n'Ensenya, y los arcos que perviven del antiguo acueducto de Dosrius por el que llegaba el agua del Maresme.

Las excavadoras se emplean a fondo en lo que ahora es una zona de bancales, huertas y un grupo de viviendas junto al paseo de Fabre i Puig, en la riera de Can Carreras. Son las obras de preparación del terreno que se convertirá en el parque central de Nou Barris: más de 16 hectáreas que treparán hasta la falda de Collserola. Árboles, césped pisable, itinerarios de paseo y, sobre todo, dos grandes lagos transformarán el aspecto de una zona de barrancos a caballo entre Nou Barris y el distrito de Horta.

Ahora es un terreno muy escarpado en el que proliferan huertas, barrancos y, todavía, un puñado de viviendas -algunas de autoconstrucción- que se levantaron en la década de 1950, además de aparcamientos en descampado. Se trata de una gran franja de tierra que pertenece en su mayor parte a Nou Barris, aunque hay un pequeño trozo del distrito de Horta partida por la avenida de Fabra i Puig.

Esa cicatriz se resuelve, según el proyecto, con una pasarela por encima de la calle que unirá las dos partes del parque. Fue una de las cuestiones que plantearon los vecinos en el periodo de exposición pública.

La primera fase del parque central de Nou Barris se concluyó con la urbanización de los terrenos adyacentes a la sede central del distrito. En enero pasado se adjudicó la segunda fase y la más compleja puesto que comporta, entre otros aspectos, el realojamiento de cerca de 60 familias. La mitad de ellas han sido ubicadas en el mismo distrito y muchas en las proximidades de lo que será el futuro parque. La otra treintena se han instalado en el Front Marítim.

Las excavadoras han dado ya cuenta de algunas de las viviendas y el proceso de derribo se acelerará en las próximas semanas, según responsables del distrito. El concejal del distrito, Manolo Pérez, y el presidente, José Cuervo, han mantenido frecuentes reuniones con entidades y representantes vecinales para consensuar el tipo de proyecto que, además, lleva acompañado la construcción de un depósito de aguas pluviales.

El parque tendrá más de 1.500 árboles de 30 especies diferentes -algunos ejemplares procedentes de las antiguas casas- y un itinerario para bicicletas que en un futuro enlazará con Collserola. Un sistema de taludes y bancales de césped salvarán los desniveles del terreno.

Junto al paseo de Urrutia se construirán 50 pisos de protección. Será la zona menos arbolada del nuevo espacio y en la que se ubicará un área de juegos infantiles. También se levantarán apartamentos de alquiler para jóvenes y pisos asistidos para la tercera edad. A uno y otro lado de Fabra i Puig se construirán dos lagos con cascadas de agua de bastante altura, según el proyecto de los arquitectos Fiol y Arrieta, que prevé también un pequeño bosque en la zona más próxima a Collserola.