_
_
_
_
_
CRISIS EN LAS CONSEJERÍAS ANDALUCISTAS

Poca mano izquierda para un sector muy susceptible

El sector turístico andaluz esperaba que en los próximos días se produjeran cambios en la dirección de la consejería, pero ni por asomo imaginaban que se cocía una crisis al más alto nivel y que quien iba a marcharse era el propio consejero. El sector había cruzado apuestas sobre la continuidad del director general de Promoción Turística, Manuel Cid, hombre de la absoluta confianza de Hurtado.

Y es que la falta de sintonía entre buena parte del sector, especialmente en la Costa del Sol, y la Consejería de Turismo ha tenido como principal motivo la política de promoción. Las críticas por la organización del pabellón andaluz en la reciente Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) han sido el detonante para que el sector diera por hecho el relevo de Cid, pero no el único episodio de desencuentro. Lo ocurrido en Fitur, donde la Costa del Sol se ha sentido maltratada y el Patronato Provincial de Turismo ha planteado que si para futuras ferias no se da un impulso a esta marca podría montar su propio expositor fuera del pabellón de Andalucía, ha provocado también la irritación del PA en Málaga, provincia por la que tiene uno de los tres escaños que le queda en el Parlamento autonómico, que reclamaba la urgente reconducción de la situación pues veía un error estratégico de bulto tener en contra al sector que monopoliza la actividad económica en la provincia.

Distintas fuentes coinciden en apreciar que a Hurtado le ha faltado mano izquierda en el trato con un sector muy susceptible, todo lo contrario de lo que caracterizó la gestión de su antecesor, José Núñez, cuyo nombramiento fue acogido con mucho recelo por tratarse de alguien ajeno a la actividad turística, pero con quien acabó haciendo una piña. Otra cosa es que este descontento justificara el relevo del consejero. El presidente del Consejo Empresarial de Turismo de Andalucía, Miguel Sánchez, dijo ayer que el relevo responde a cuestiones de partido, 'y ahí no podemos entrar'. 'Lo único que nos preocupa es que la consejería cumpla sus cometidos'. Antonio Ortega tiene como principal reto recomponer el consenso en la política de promoción, y, posiblemente, uno de sus primeros gestos sea nombrar un director de Promoción Turística malagueño, decisión que por si misma no sería suficiente, pero que puede allanar el camino.

Hurtado abrió además otro capítulo de enfrentamiento con los Patronatos Provinciales de Turismo, que quedaron fuera del Consejo Andaluz de Turismo. Este conflicto le enfrentó a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y se solventó con una ampliación del cupo que las diputaciones tendrán en este organismo, que permitirá una vía indirecta de acceso a los patronatos. Este organismo, consultor y asesor de la política turística, tiene cierta importancia estratégica ya que debe elaborar los decretos de desarrollo de la Ley del Turismo de 1999.

Frente a los desaciertos en la política de promoción, Hurtado se lleva en su haber el reconocimiento de empresarios y sindicatos por el impulso dado a la planificación normativa y el consenso que sí ha sido capaz de reunir en este capítulo. Hurtado llegó a la consejería cuatro meses después de aprobada la Ley del Turismo y en poco más de dos años ha conseguido consensuar en la Mesa del Turismo los decretos sobre Turismo Rural y Consejo Andaluz de Turismo, ya aprobados. Durante su mandato, la Mesa del Turismo, en la que están representados administración, empresarios y sindicatos, ha regularizado su funcionamiento, con reuniones quincenales, en las que se han sometido a consultas todas las decisiones de la consejería.

Turismo puede ser la adecuada plataforma de proyección pública que busca Antonio Ortega. El constante crecimiento de la actividad turística hace que sea un departamento amable. Pero además, dispone de una importante dotación presupuestaria, casi 18 millones de euros (30.000 millones de pesetas), con importantes programas de subvenciones tanto en turismo como en deportes, y un montante de casi 10.000 millones de pesetas este año para la promoción turística, que no es ni más ni menos que publicidad. Pero para Hurtado fue su talón de aquiles.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_