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Entrevista:ODÓN ELORZA | Alcalde de San Sebastián

'La dimisión de Redondo puede permitir realizar con libertad un debate necesario'

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, no es partidario de soluciones 'de compromiso' en el próximo congreso del Partido Socialista de Euskadi, y ve en la dimisión de Nicolás Redondo una medida positiva, que 'puede permitir desarrollar con libertad un debate necesario'.

Pregunta. Imagino que la dimisión de Nicolás Redondo fue para usted un inesperado regalo navideño. Al final, consiguieron ustedes, los disidentes, mover la silla, ¿no?.

Respuesta. No hay tal regalo. Pero la dimisión de Redondo ha sido una decisión positiva que puede permitir desarrollar con libertad un debate necesario sobre el papel que tiene que desempeñar el PSE para devolver la credibilidad a la política vasca. Hoy, las vías de diálogo están bloqueadas y mi partido debe hacer un esfuerzo de generosidad e inteligencia para liderar la búsqueda de salidas frente al enroque de los gobiernos vasco y central.

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P. Redondo dijo que sentía como 'un jabalí al que le están mordiendo las patas'.

R. Me parece un exageración lamentable. No he percibido que haya sido objeto de ese acoso por ningún lado. Simplemente, día a día, las piezas que forman el engranaje de los cuadros medios del PSE empezaban a expresar incomodidad y discrepancia con el seguidismo hacia el PP.

P. No es posible ocultar por más tiempo la crisis que atraviesa el PSE, dividido entre 'españolistas' y 'vasquistas', ¿no?.

R. Llevo años en minoría defendiendo las tesis de un socialismo vasco apegado al terreno y más abierto a liderar una alternativa de mayoría social en clave de izquierda, autogobierno y federalismo.Y nunca tiré la toalla ni me sentí en actitud irreconciliable.

P. Quizás veamos de nuevo al PSE en brazos del PNV. No sé si ustedes, los 'vasquistas', han aprendido alguna lección de los errores del pasado...

R. Le aseguro que he aprendido del pasado a desconfiar del PNV sin ser antinacionalista; a conocer las potencialidades del marco jurídico desde el constitucionalismo útil; a concebir el autogobierno como una necesidad para este pueblo y como un instrumento para avanzar en la justicia social; a utilizar la política desde la distensión y la pedagogía a la vista del odio y de la manipulación de la historia, y a reclamar la unidad democrática frente al terrorismo a la vista de tanto dolor y miseria moral.

P. Sería útil que usted aclarara qué puede esperar, y no esperar, el PNV de un PSE que les tiende de nuevo la mano.

R. Si las tesis del socialismo vasquista avanzan, el PNV sabrá que también ellos deben evolucionar para desterrar cualquier tentación excluyente de amplios sectores sociales y superar su concepción patrimonialista de las instituciones vascas.

P. No me puede negar que el recrudecimiento de la violencia terrorista les llena de razón a quienes, como Redondo, no quieren oír hablar de cambio de estrategia, de acercamiento al PNV.

R. El terrorismo es un gran condicionante de la política de Euskadi: distorsiona todo. En el ámbito de mi partido, es normal que haya gentes que, como Nicolás Redondo o Rosa Díez, tengan un punto de vista determinado. Como también es legítimo que otros tengamos una perspectiva y sensibilidad diferente.

P. La dimisión de Redondo, ¿va a zanjar la honda crisis que enfrenta a dos formas de entender el proyecto socialista?.

R. El PSE ha sido siempre un partido de resistencia frente a la violencia, y un partido de una gran debilidad frente a las presiones de la dirección federal, sobre todo cuando el PSOE gobernaba en Madrid. Me atrevería a decir, siempre con cierta prudencia, que algunos responsables de la dirección de nuestro partido no han creido demasiado en la reivindicación de la autonomía, que se ha asumido como una concesión que había que hacer a la presión nacionalista, pero no desde la aceptación sincera de que éste es un país plural, que hay que aceptar con todas las consecuencias.

P. Algunos de 'los suyos' le ven rehén del nacionalismo.

R. ¡No soy rehén de nadie, y mis compañeros del PSE lo saben mejor que nadie!. Reconozco que tengo un sentimiento de identidad dual, de pertenencia primero a lo que es mi país, Euskadi, y que concilio con la pertenencia a un Estado. Entre usted y yo: percibo que algunos compañeros realmente no tienen sentimiento del País Vasco, que podían estar haciendo política aquí lo mismo que en Murcia. Esto no lo digo así en publico porque aparte de ser muy duro puedo estar equivocado.

P. ¿Es consciente de que su visión de lo que pasa en Euskadi no tiene posibilidades de abrirse paso en su partido?. ¿Cómo se vive en minoría, en soledad casi total, tantos años...?

R. El proceso que ha abierto la dimisión de Redondo demuestra que no estoy tan solo. Cuando dimití de la Ejecutiva lo hice porque el PSE estaba empezando a practicar una política de seguidismo del PP. Y no me considero un perdedor, porque llevo en la misma posición desde siempre y nunca he aspirado a un puesto de dirección en el partido, ni le he movido la silla nadie.

P. Perdedor, y 'colaboracionista' del PNV. ¿Cómo ha llevado esa sombra de sospecha?.

R. Con la tranquilidad que me da el que esa acusación no se corresponde con la realidad, porque es de caza de brujas. Mis posiciones no son mayoritarias, pero de ahí a que se diga que soy quintacolumnista o cobarde... Decir eso me parece de una intolerancia muy grave. La verdad es que tengo muchas más divergencias con Arzalluz que con Redondo. Pienso que construir este país es una labor dificilísima, en la que se debe contar siempre con la colaboración del Gobierno vasco, porque de lo contrario no se podrá encontrar una verdadera solución a los problemas del país. Es verdad que el PNV utiliza el poder y las instituciones de forma patrimonialista, clientelista, pero eso también lo hizo el PSOE cuando gobernaba España.Yo quiero ganar al PNV, pero con nuestra actual estrategia sólo provocamos una sonrisa displicente y el 18% de los votos.P. Imagine que el congreso del PSE no asume sus tesis sobre la autodeterminación y la existencia en Euskadi de un conflicto político como ustedes lo ven...

R. El PSE caminaría en una dirección tremendamente equivocada, renunciaría a ser una fuerza con un discurso propio y se vería condenado a una posición subsidiaria respecto del PP. No tengo aspiraciones de poder, pero no voy a renunciar a mi posición. No soy un político al que le interesa la 'síntesis', las soluciones de compromiso.

P. ¿Qué le parece que Ibarretxe haya reabierto el debate sobre la autodeterminacion, incluso antes que la batalla del Concierto?.

R. Introducir el debate sobre la autodeterminación no ayuda, porque desvía la atención de los problemas. Hoy por hoy, lo que hay que hacer es garantizar la seguridad, el cumplimiento del Estatuto, la cohesión social. Ibarretxe no quiere olvidar los votos prestados de Batasuna, pero debe ser prudente al fijar sus prioridades de gobierno. Debe optar por aparcar el tema de la autodeterminacion para cuando desaparezca la violencia.

P. Dígame si es partidario de esa consulta, qué votaría y si cree que ganarían los partidarios de la independencia de Euskadi...

R. Soy partidario del referéndum de autodeterminación como principio democrático. Pero si las cosas se hacen bien, si se logra el encaje del País Vasco en Europa, creo que la respuesta mayoritaria sería no.

Odón Elorza, en el Ayuntamiento de San Sebastián.
Odón Elorza, en el Ayuntamiento de San Sebastián.JESÚS URIARTE

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