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Las universidades pretenden unificar las pruebas de acceso cuando desaparezca la selectividad

Educación quiere evitar que un estudiante deba examinarse en distintos centros para obtener plaza

La Consejería de Educación y las seis universidades públicas quieren evitar en la región uno de los efectos más perniciosos de la Ley Orgánica de Universidades (LOU), según denuncian sus críticos: que, tras la desaparición de la selectividad, los estudiantes tengan que peregrinar de centro en centro realizando pruebas de acceso hasta obtener plaza. El director general de Universidades, Javier García Cañete, y los centros públicos están trabajando para que en 2004 los exámenes de acceso sean homologables, a fin de que la nota que obtenga un estudiante en cualquiera de ellas sea válida en las demás.

La supresión de la selectividad ha sido uno de los aspectos más criticados de la reforma universitaria planificada por la ministra de Educación, Pilar del Castillo. Y no porque este examen sea del gusto de los estudiantes, sino porque la LOU (que ya ha sido aprobada por el Congreso y ahora se encuentra en tramitación en el Senado) da libertad a cada universidad para que establezca las pruebas de acceso que considere adecuadas. Esto podría provocar que, al desaparecer el temido examen (en 2003 será previsiblemente la última convocatoria), los 36.000 estudiantes que anualmente se presentan en Madrid a la selectividad tengan que hacer pruebas en varias universidades hasta que encuentren una plaza.

Para evitar esta situación, Educación y las seis universidades públicas madrileñas trabajan ya para unificar las pruebas de acceso en la región. Su pretensión es que la nota que obtenga un alumno en el examen para acceder a un determinado centro le sirva para cualquiera de los otros, como ocurre ahora con la selectividad.

Debate abierto

'Existe un debate en el seno de las universidades madrileñas para ver cómo se puede hacer que las pruebas de acceso sean lo más armónicas posibles y homologables entre ellas, de forma que si un alumno hace el examen de ingreso en Telecomunicaciones de la Politécnica, eso le sirva para cualquier otra universidad de la región', explica el director general de Universidades de la Comunidad, Javier García Cañete.

Las universidades se reunirán el próximo martes para elaborar un documento conjunto sobre el asunto, según la vicerrectora de alumnos de la Complutense, María Teresa Fernández Pacheco. Tendrán que concretar si las pruebas serán por áreas de conocimiento (un mismo examen válido para todas las licenciaturas que pertenezcan a un mismo ámbito del saber) o si habrá exámenes diferentes para cada titulación. 'Probablemente optaremos por grupos de titulaciones, pero aún está por concretar', precisa Fernández Pacheco. De esta forma, el nuevo sistema sería una especie de selectividad regional.

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Otro de los puntos que tienen que clarificar las universidades es si habrá prueba de acceso en todas las facultades o si en aquellas en las que sobren plazas bastará con que el alumno supere el examen de reválida que previsiblemente implantará el Ministerio de Educación al finalizar el bachillerato. Y es que, según explica el director de Universidades, algunas facultades han expresado su preocupación ante la posibilidad de que los centros con pocos alumnos decidan suprimir las pruebas de acceso: 'No existirá ningún filtro [como era antes la selectividad] que garantice que los estudiantes presentan la suficiente madurez para entrar', advierten.

La consejería ha convocado para el próximo lunes al pleno del Consejo Universitario [un organismo consultivo en el que están los rectores de las universidades públicas, la Administración, los consejos sociales, partidos políticos y organizaciones sindicales] para estudiar cómo adaptar la reforma del ministerio a la Comunidad de Madrid.

El consejero de Educación, Carlos Mayor Oreja, expondrá la opinión del Gobierno regional sobre la futura ley de universidades. Se trata de una opinión favorable a la LOU, según ha defendido públicamente el consejero en algunas ocasiones. El propio presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, fue interpelado en el pleno de la Asamblea del pasado jueves por un grupo de estudiantes -que apelaron a su 'progresismo' y 'centrismo'- para que rechazara la reforma y defendiera 'los intereses de la universidad pública madrileña'. Pero no lo consiguieron. El presidente dejó clara su postura favorable a la reforma, tras criticar a Pedro Sabando, portavoz del grupo parlamentario PSOE-Progresistas, por pedir la retirada del texto 'sin haber leído ni la solapa'.

'Daño' al PP

'El presidente está muy nervioso porque no puede responder a las demandas de los estudiantes, que rechazan de pleno la LOU', afirma Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación, 'máxime cuando el próximo 1 de diciembre los estudiantes van a volver a tomar Madrid [en una manifestación] para protestar contra la reforma de su partido'. Navarro opina que convocar al Consejo de Universidades 'es una forma de aplacar las consecuencias de esta manifestación, que para el PP y para el presidente van a ser muy dañinas'.

Aun así, Navarro considera que es 'razonable' que las universidades de la región unifiquen sus pruebas de acceso. 'Pero esto sólo soluciona una parte del problema de una reforma mal hecha. Por mucho que se homologuen las pruebas en la región, si un estudiante pretende ir a Salamanca tendrá que examinarse también allí', dice. Por eso, en la reunión del Consejo de Universidades propondrá una resolución rechazando la LOU.

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